La vida es un don maravilloso y sagrado que es de Dios, no nuestro. Hay una ley. El quinto mandamiento dice: 'No matarás'.
No solamente el aborto es algo abominable a los ojos de Dios, sino que también es uno de los peores asesinatos, porque es la misma madre la que permite que su hijo sea matado, 'indefenso'.
Es la propia biología la que dice que en el instante de la concepción, ya hay un nuevo ser humano, ya hay vida. La primera célula de vida está ahí. Después cambiará su aspecto externo hasta el noveno mes de gestación (como cambia un adolescente, hasta llegar a anciano). Es solo un cambio externo, pero la persona es la misma. Por lo tanto, cualquier intento de eliminar al nuevo ser concebido, desde el instante de la concepción, es un asesinato, y de los peores.
Médicos, asistentes, y todas las personas que colaboran en este crimen entran en el plan 'destructor', se hace culpables y cargan sobre su alma y conciencia este pecado.
Hay un mandamiento: El mandamiento del amor. A veces nos olvidamos que el amor implica no solamente no hacer daño a una persona, sino también buscar su bien.
Por eso, el/la que permite el aborto, no busca el bien 'del otro' sino su propio bien. Es el egoísmo el que se levanta poderosamente y quiere dominar como un ídolo el corazón del hombre. Se habla de 'interrupción voluntaria del embarazo', para ocultar que en realidad se trata de eliminar a un ser humano. En definitiva, es la ley del 'más fuerte' ante el ser humano más indefenso e inocente.
Aunque una ley lo permita, abortar es moralmente ilícito porque se elimina una vida humana, única e irrepetible. Es una ironía hablar de la dignidad del hombre, de los derechos humanos, sino se protege la vida del más inocente.
Los derechos humanos y la vida están por encima de los partidos políticos. No puede existir un orden justo, si no se respeta la 'justicia'. Y ésta solo se llevará a término cuando sea respetada la vida.
Vivamos éticamente, para construir una sociedad justa y favorecer el progreso auténtico de la humanidad. Debemos orar, pues la oración tiene tal poder que, si el mundo lo conociese, temblaría. Cristo, y con Él María, pasaron toda su vida en continua oración.
En bien de toda vida humana, de toda la humanidad, unámonos en oración en este año de la fe, para que la vida sea defendida en cada rincón del planeta. Ayudemos con nuestra oración a que nuestros hermanos no carguen eternamente con ese peso en el alma: El asesinato de un ser inocente.
Dios nos siga bendiciendo.
Alejandro María
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La vida es un don maravilloso y sagrado que es de Dios, no nuestro. Hay una ley. El quinto mandamiento dice: 'No matarás'.
No solamente el aborto es algo abominable a los ojos de Dios, sino que también es uno de los peores asesinatos, porque es la misma madre la que permite que su hijo sea matado, 'indefenso'.
Es la propia biología la que dice que en el instante de la concepción, ya hay un nuevo ser humano, ya hay vida. La primera célula de vida está ahí. Después cambiará su aspecto externo hasta el noveno mes de gestación (como cambia un adolescente, hasta llegar a anciano). Es solo un cambio externo, pero la persona es la misma. Por lo tanto, cualquier intento de eliminar al nuevo ser concebido, desde el instante de la concepción, es un asesinato, y de los peores.
No solamente el aborto es algo abominable a los ojos de Dios, sino que también es uno de los peores asesinatos, porque es la misma madre la que permite que su hijo sea matado, 'indefenso'.
Es la propia biología la que dice que en el instante de la concepción, ya hay un nuevo ser humano, ya hay vida. La primera célula de vida está ahí. Después cambiará su aspecto externo hasta el noveno mes de gestación (como cambia un adolescente, hasta llegar a anciano). Es solo un cambio externo, pero la persona es la misma. Por lo tanto, cualquier intento de eliminar al nuevo ser concebido, desde el instante de la concepción, es un asesinato, y de los peores.
Médicos, asistentes, y todas las personas que colaboran en este crimen entran en el plan 'destructor', se hace culpables y cargan sobre su alma y conciencia este pecado.
Hay un mandamiento: El mandamiento del amor. A veces nos olvidamos que el amor implica no solamente no hacer daño a una persona, sino también buscar su bien.
Por eso, el/la que permite el aborto, no busca el bien 'del otro' sino su propio bien. Es el egoísmo el que se levanta poderosamente y quiere dominar como un ídolo el corazón del hombre. Se habla de 'interrupción voluntaria del embarazo', para ocultar que en realidad se trata de eliminar a un ser humano. En definitiva, es la ley del 'más fuerte' ante el ser humano más indefenso e inocente.
Aunque una ley lo permita, abortar es moralmente ilícito porque se elimina una vida humana, única e irrepetible. Es una ironía hablar de la dignidad del hombre, de los derechos humanos, sino se protege la vida del más inocente.
Los derechos humanos y la vida están por encima de los partidos políticos. No puede existir un orden justo, si no se respeta la 'justicia'. Y ésta solo se llevará a término cuando sea respetada la vida.
Vivamos éticamente, para construir una sociedad justa y favorecer el progreso auténtico de la humanidad. Debemos orar, pues la oración tiene tal poder que, si el mundo lo conociese, temblaría. Cristo, y con Él María, pasaron toda su vida en continua oración.
En bien de toda vida humana, de toda la humanidad, unámonos en oración en este año de la fe, para que la vida sea defendida en cada rincón del planeta. Ayudemos con nuestra oración a que nuestros hermanos no carguen eternamente con ese peso en el alma: El asesinato de un ser inocente.
Dios nos siga bendiciendo.
Hay un mandamiento: El mandamiento del amor. A veces nos olvidamos que el amor implica no solamente no hacer daño a una persona, sino también buscar su bien.
Por eso, el/la que permite el aborto, no busca el bien 'del otro' sino su propio bien. Es el egoísmo el que se levanta poderosamente y quiere dominar como un ídolo el corazón del hombre. Se habla de 'interrupción voluntaria del embarazo', para ocultar que en realidad se trata de eliminar a un ser humano. En definitiva, es la ley del 'más fuerte' ante el ser humano más indefenso e inocente.
Aunque una ley lo permita, abortar es moralmente ilícito porque se elimina una vida humana, única e irrepetible. Es una ironía hablar de la dignidad del hombre, de los derechos humanos, sino se protege la vida del más inocente.
Los derechos humanos y la vida están por encima de los partidos políticos. No puede existir un orden justo, si no se respeta la 'justicia'. Y ésta solo se llevará a término cuando sea respetada la vida.
Vivamos éticamente, para construir una sociedad justa y favorecer el progreso auténtico de la humanidad. Debemos orar, pues la oración tiene tal poder que, si el mundo lo conociese, temblaría. Cristo, y con Él María, pasaron toda su vida en continua oración.
En bien de toda vida humana, de toda la humanidad, unámonos en oración en este año de la fe, para que la vida sea defendida en cada rincón del planeta. Ayudemos con nuestra oración a que nuestros hermanos no carguen eternamente con ese peso en el alma: El asesinato de un ser inocente.
Dios nos siga bendiciendo.
Alejandro María
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