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"El Señor no mira tanto la grandeza de las obras como el amor con que se hacen." Santa Teresa de Ávila
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jueves, 19 de febrero de 2015

Una carta a mis hijos Acerca de la película 50 Sombras de grey




Créanme cuando les digo que el amor ni siquiera tiene una breve aparición en esta película.
(Vale la pena leerlo que tanto influye una película en la vida de los jóvenes).

Mis adorables hijos:

Esta noche sucumbí a la presión social (exactamente lo que siempre les advierto que no hagan) y fui con un grupo de amigas a ver 50 Sombras de Grey. No le hice caso a la pequeña voz en mi cabeza que imploraba que no lo hiciera. Porque, después de todo, es sólo una tonta película, ¿no?

Bueno, me gustaría haberle hecho caso porque tenía razón. Por otro lado, lo bueno de haber ido es que ahora tengo estas palabras para ustedes.

Un día, en un futuro no muy lejano, voy a parpadear cuando me de cuenta de que son lo suficientemente grandes como para ver películas como 50 Sombras de Grey. Tengo que aceptar la dura realidad que sus ojos y sus pensamientos van a ver esta tontería tarde o temprano.

Escribo esto para cuando llegue ese día, reconozcan a esta película como lo que es, en lugar de lo que pretende ser.

Permítanme comenzar diciendo lo que 50 Sombras de Grey no es:
No es una historia de amor.

Se hace un trabajo bastante convincente para aparentar que lo es, pero por favor, créanme cuando les digo que el amor ni siquiera tiene una breve aparición en esta película.

Tampoco es un cuento de hadas romántico con un poco de malicia inofensiva espolvoreada por encima.

De hecho, el romance brilla por su ausencia. En esta pieza ‘inofensiva’ de Hollywood, un hombre guapo, rico y con experiencia utiliza su poder para seducir y manipular a una joven estudiante inocente para hacer un montón de cosas que son muy incómodas.

Es una película sobre los deseos sexuales de control y violencia de un hombre narcisista y que se cree con el derecho de usar y abusar del cuerpo y la mente de una mujer joven y vulnerable como herramientas para su propia gratificación. Todo gira en torno a sus necesidades, junto con la expectativa arrogante que ella debe cumplir, a pesar de su incomodidad, para complacerlo.
Me senté en el cine y miré a mi alrededor a cientos de mujeres comprando esta “historia de amor sexy” y me sentí enferma. Si todo un cine lleno de mujeres no era capaz de ver lo perjudicial que es esta línea argumental, ¿cómo diablos se supone que lo hagan las niñas y los adolescentes?

Por favor, mis hijas, no permitan que esta idealización sexual las engañe sobre el abuso doméstico, creyendo que deben permitir ser tratadas como Anastasia Steele. Por favor, hijo mío, no veas esto un día y creas que está bien intimidar, manipular o faltarle el respeto a una mujer como el ‘héroe’ Christian Grey. Nadie, hombre o mujer, quiere o merece ser manipulado o tratado de manera sexual en contra de sus deseos.

Espero que, cuando llegue el día en que hayan crecido lo suficiente como para estar en una relación, entiendan que lo que sucede detrás de las puertas del dormitorio siempre debe ser placentero para ambos, independientemente de sus gustos. Espero que entiendan que el consentimiento dado por la fuerza no es consentimiento para nada. Espero que exijan respeto y que entreguen respeto a cambio.

Esta noche, salí del cine sintiéndome aterrorizada y un poco triste por su generación. Si esta es la película en la que basan sus ideales de amor y romance, entonces tengo que dejar algunas cosas muy claras y espero que estén escuchando.

Si alguien quiere estar con ustedes, aparecer en sus trabajos sin avisar y actuar de forma posesiva cuando un compañero de trabajo les habla NO es romántico. Es espeluznante.

Si las sigue cuando salen a bailar y las lleva a su hotel cuando están demasiado borrachas como para tomar una decisión racional, y luego las desviste y las pone en su cama, eso no es ser protector. Es acoso. De hecho, acoso es sólo el comienzo de lo que en realidad es.

Si aparece en el interior de su apartamento sin haber sido invitado, no es romántico. Es allanamiento de morada.

Si le dicen que no están interesadas y le piden que se vaya y él responde atándolas a la cama, teniendo sexo violento con ustedes incluso cuando en repetidas ocasiones dijeron que “no”, a la vez que amenaza con empeorar las cosas si hacen ruido, eso no es pasión. Es abuso.

Si vende sus vehículos y les compra uno nuevo sin su permiso “para sorprenderlas”, no es romántico. Es robo y manipulación.

Si él controla sus llamadas telefónicas, él no está enamorado de ustedes. Él está abusando y controlándolas.

Si las golpea con un cinturón de cuero mientras que lloran, porque eso es lo que le da placer y les pide que lo hagan a pesar de su dolor, porque así se excita y luego se hace la víctima explicando todo, no hay banda sonora en el mundo que pueda acallar esa voz en sus cabeza que grita que el amor y el romance nunca estuvieron presentes en esta película y nunca lo estarán.

Hijos míos, esta película me preocupa mucho, y tengo la experiencia de la vida de mi lado. Me estremezco al pensar que van a crecer con historias como esta modelando sus relaciones y que piensen que son algo “normal”.

Por favor, mis preciosos hijos, tengan claro esto: El amor es suave. El amor nunca toma. El amor no exige. El amor es consentimiento mutuo. El amor no necesita paseos en helicóptero y regalos caros. El amor es suficiente.

Cuando hay amor, la voz en sus cabezas no grita. Porque no hay motivo.
Que sólo prevalezca, sus principios y sus valores por siempre en sus vidas
y que siempre resalte el amor y el respeto!

Mamá

Este artículo fue originalmente escrito por Michelle Lewsen para Scary Mommy.)

lunes, 9 de febrero de 2015

Cinco cosas que debes enseñar a tus hijos personalmente

  • Si quieres que las cosas salgan bien, asegúrate de hacerlas personalmente, dice el refrán. En cuanto a educar y preparar hijos, diría así: Si quieres hijos felices, enséñales personalmente.
    Los maestros, las escuelas, las iglesias, los amigos y básicamente todos los que nos rodean, nos enseñan algo. De todos aprendemos cosas buenas y cosas a veces no tan buenas. Mis hijas ya crecieron, en un tiempo más tengo la esperanza de ser abuela y ahora que los años han pasado, me siento afortunada por haber enseñado a mis hijas algunos principios. También puedo ver que debí haber enseñado algunas cosas más, con mayor dedicación. Te comparto lo que para mí fue importante instruir en casa:
  • Enseña a tus hijos a manejar

    Tal vez para ti esto no suene importante, y está bien, pero para mí fue muy importante enseñar personalmente a manejar a cada una de mis hijas. A mí me enseñó mi papá, y algo en lo que atinó hacer fue decirme cómo salir adelante siendo una mujer conductora, eso no te lo enseñan en un curso de manejo, ¡te lo aseguro! Procuré enseñar a mis hijas a manejar correctamente, pero también a cuidarse, a cambiar una llanta, a pedir ayuda sin ponerse en riesgo, a llevar niños pequeños en su carro, cómo cuidar los zapatos de tacón para que no se raspen, a conocer la ley de tránsito, revisar el motor, evitar que engaños en las gasolineras y hasta cómo reaccionar en casos de emergencia. No siempre fue fácil, de hecho es muy estresante enseñar a conducir a alguien, más si se trata de tu hijo. Mi segunda hija, más nerviosa, fue todo un reto para mí, pero no cambiaría esa experiencia ni por un minuto. Sería más paciente, eso sí, si tuviera una segunda oportunidad.
  • Enseña a tus hijos sobre sexualidad

    La escuela, los maestros y otras personas pueden hacerlo por ti, tal vez tengan mayor información o conocimientos, pero hay algo que nunca podrán igualar contigo: el amor que tú les tienes. Nadie conoce como tú las debilidades y fortalezas de tus hijos, sus gustos, sus amigos y sus historias de amor. Nadie como tú para explicar lo hermoso que es ser mujer y la maravilla de la concepción y la maternidad. Nadie como tú para hablar del amor, del amor en la pareja y su expresión en la intimidad, el respeto, el cuidado y esas cosas que solo tú y no otros pueden obsequiar a los hijos. Estudia, prepárate y simplemente abre tu corazón. Platica con cada uno de tus hijos y te garantizo que establecerás un puente de comunicación único, maravilloso y lleno de satisfacciones.
  • Enseña a tus hijos sobre la fe

    Nunca nadie ha dicho que la vida sea fácil. Todos pasaremos en ella momentos tanto dulces, como amargos; no estaremos con nuestros hijos siempre y cada uno de ellos deberá enfrentar sus batallas personales. Regala a tus pequeños el don de la fe desde que son pequeños, enséñales a creer, a tener confianza, a esperar cosas buenas de otros, de la vida y de ellos mismos. La fe les dará esperanza, ánimo, seguridad; les evocará una y tantas veces como sea necesario, tus palabras, tus enseñanzas y tu amor incondicional. La fe se desarrolla cuando la ejerces con ellos, cuando les muestras tu confianza y seguridad en que todo lo que sucede, solo es para su bien.
  • Enséñales a sobreponerse a las dificultades

    Seguramente ya has escuchado esa historia donde la mamá abrumada por todas sus dificultades, se derrumba a llorar frente a su hija pequeña, quien le pregunta: "¿Qué vamos a hacer, mamá?" La madre responde: "¡No lo sé! ¡Solo quiero llorar!" Ante ello, la niña vuelve a preguntar: "¿Y qué vamos a hacer cuándo termines de llorar?" Todos podemos derrumbarnos y caer a llorar pero, por amor a los hijos, es preciso también mostrarles lo que podemos hacer después de llorar. Ya sea que pierdas el empleo, fallezca un familiar, pases un divorcio, enfrentes una enfermedad o simplemente ese día no tengas dinero para comer, tus hijos deben ver que se puede salir adelante. Cómo soluciones tus problemas, entrenará a tus hijos para que ellos enfrenten los propios. Si tus problemas los resuelves a golpes y con gritos, o con inteligencia y paciencia, lo más probable es que tus hijos lo hagan de manera muy similar.
  • Enséñales el poder sanador del perdón

    Perdonar a un compañerito de clase o a un hermano que rompió su juguete, serán ejercicios de preparación para saber perdonar en el futuro los errores de otros. Perdonar no significa ceder y caer una y otra vez en conductas que dañen o lastimen, significa no envenenarse el corazón y liberarse de los malos sentimientos que carcomen el alma. Ayuda a tus adolescentes y jóvenes a perdonarse a sí mismos cuando han cometido alguna falta: este don ayudará a tus hijos como pocas cosas en la vida.
    Enseñar estas cosas nunca es fácil, ni rápido. Pero cuando las dificultades lleguen, tendrás la certeza de que tu hijo, donde quiera que se encuentre, está capacitado para salir adelante. Y ese, amiga mía, es un sentimiento maravilloso.

domingo, 8 de febrero de 2015

Un misterio resuelto con la ayuda del amor


“No hay nada más misterioso que un recién nacido”. Así se expresaba un novelista contemporáneo frente al conjunto de llantos y balbuceos que observamos en todo bebé en sus primeros momentos de “vida pública”. Queda atrás la experiencia misteriosa, vivida a solas con la madre (pero no sin la participación del padre), de los nueve u ocho meses de embarazo. Lo que está claro es esto: si antes la madre era la gran protectora, incluso de un modo pasivo o inconsciente, del desarrollo fetal, ahora entran en juego más personas, más vientos, más virus, más alimentos, más amores y... más peligros.

        La vida de todo hombre y mujer se desarrolla, durante muchos meses y años, bajo la mirada atenta de familiares, educadores, vecinos, amigos. El niño descubre nuevos rostros, nuevos juguetes, animales simpáticos o peligrosos, cajas que esconden misteriosos tesoros o televisores con imágenes que se mueven a una velocidad incontenible, juegos electrónicos divertidos y realidades crudas, difíciles, incomprensibles. Así van pasando los días, los meses, los años. Si el ambiente es sano y lleno de cariño, ayudará al crecimiento de un niño física y psicológicamente normal. Si el ambiente, en cambio, está lleno de conflictos, discusiones, peleas, castigos injustificados, subalimentación, engaños, recriminaciones continuas, sufrirán la mente y el corazón del hijo que quiere adaptarse de la mejor manera posible a la vida familiar, pero que no puede hacerlo bien por los defectos de una atmósfera dañina a su propia formación.

        Desde luego, todos los padres y madres buscan ofrecer a sus hijos lo mejor, pero no siempre dan en el blanco. Hoy será un despiste respecto de la hora de dar el biberón. Mañana será el dejar encendida la televisión con un programa inconveniente para la psicología de un niño demasiado pequeño. Otro día será una pequeña discusión entre los papás en presencia de ese pequeño habitante de casa que todo lo ve y que capta mucho más de lo que podamos imaginar...

        La acción pedagógica más correcta es aquella que toma las decisiones desde una posición de amor, de cariño, de respeto. Un niño puede tener padres exigentes que lo aman, y, por ese amor, la exigencia será más humana y el hijo tendrá más facilidad en aceptarla. Un niño puede tener padres “bonachones” y permisivos, pero carentes del verdadero afecto que se preocupa y que sigue los pasos de su pequeño (y del hijo que ya empieza a crecer): esa libertad que recibirá el niño y adolescente, fuera de un contexto de amor, dañará su psicología y facilitará los vicios y desorientaciones que luego lamentaremos toda la vida.


        Así que la receta en esto, como en todo, consiste en el amor. El amor indicará, en cada momento, si conviene ahora una cara severa o una sonrisa de comprensión y de perdón. El amor sostendrá el mundo interior que el niño, como el adulto, forma y desde el cual cree que vale la pena vivir. El amor, en definitiva, será la única fuerza que sostendrá a quien será un día un hombre o mujer joven y responsable, en la hora del dolor y de la traición, para seguir luchando, pues quien ha sido amado sabe que tiene mucho que amar. Y que hay poco tiempo para hacerlo...

Fernando Pascual, L.C.

sábado, 7 de febrero de 2015

lunes, 2 de febrero de 2015

La cigüeña no llega, ¿qué hacemos?


Cientos de parejas alrededor del mundo se encuentran en la misma situación: después de decidir que quieren dar ese importante paso hacia la paternidad, algo no está saliendo como lo esperaban y pese a intentarlo todo, la palabra que más tiene trascendencia en los últimos meses es, negativo.

Ante casos como este, algunas parejas recurren a otras alternativas tanto para él como para ella como algún alimento en específico que sirva como estimulante, diversas posiciones sexuales, cuidar a detalle el día de ovulación, o incluso tomar medicamentos para aumentar su “efectividad”, sin embargo, a pesar de todo eso, los resultados son los mismos. Dada esa situación, lo más recomendable es acudir a un especialista, pues en la mayoría de estos casos, es cuestión de revisar el estado físico general de ambos, así como hacer algunos estudios para conocer la razón por la que no pueden concebir, así lo señala el doctor José Luís Peñuñuri, ginecólogo de la Fundación Mexicana para la Planeación Familiar (MEXFAM). Además, explica que: “Un gran número de casos tiene solución con el tratamiento adecuado. No obstante, todo se complica cuando la pareja, en vez de acudir con un ginecólogo o urólogo, opta por la automedicación y otras prácticas que pueden empeorar la situación, y agravar algo que pudo atenderse sin tantas dificultades y seguramente con éxito”. En busca del embarazo, y ya de paso, de otros males.

El doctor Peñuñuri, señala que son diversos los males que pueden impedir que se efectúe un embarazo exitoso, y que sólo por medio de la tecnología médica, se pueden detectar. Y agrega, que entre las más populares se encuentran:


- Problemas para ovular, o bien, relacionados con la calidad del óvulo.
- Irregularidades en los períodos menstruales por factores de ovulación u hormonales.
- Sobrepeso.
- Ovarios poliquísticos.
- Utilizar por periodos largos anticonceptivos hormonales.
- Alteraciones de la tiroides.
- Endometriosis.
- Tumoraciones.
- Aborto espontáneo, o embarazos complicados anteriores.
- Estrés.


Asimismo, explica que en los varones, los problemas más comunes son la obesidad, generar espermatozoides sin capacidad para fecundar o poca cantidad, así como problemas cardiacos y deterioros de salud a causa del consumo de alcohol, tabaco y drogas.

Algunas alternativas

El especialista agrega que con los avances tecnológicos es más sencillo detectar ese tipo de barreras que impiden la concepción, y comparte: “Antes de pensar en alternativas más especializadas, es importante acudir al médico y someterse a estudios de detección y atender el problema de raíz”.

Y concluye, que llevar una vida sana de la mano de una alimentación balanceada y hábitos de ejercicio, son un factor básico para mejorar las condiciones del embarazo. También, realizar un chequeo médico dos veces al año, que consta en vigilar que sus órganos reproductivos estén sanos y tengan una función adecuada para identificar oportunamente alguna alteración.

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