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"El Señor no mira tanto la grandeza de las obras como el amor con que se hacen." Santa Teresa de Ávila
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jueves, 27 de abril de 2017

Cinco consejos de Facebook para los papás ‘desconectados’


La preocupación por el acceso de los menores a las redes sociales ha llevado a Facebook a crear un portal para padres.

Las redes sociales son fuente de angustia para muchos papás que a veces, por la falta de experiencia en las plataformas, se preocupan cuando sus hijos pequeños abren una cuenta por primera vez y zambullen para siempre en el mundo web.

Los más chicos, aquellos que aprendieron a manejar un celular antes que a hablar, buscan entrar en el mundo virtual temprano. Para dar algo de tranquilidad a los padres de familia, Facebook acaba de lanzar el portal para padres, una plataforma con información sobre la red y la privacidad. 

El portal está dentro del Centro de Seguridad, al que se accede a través del buzón de ayuda. “Ser padre puede resultar una tarea difícil. Somos conscientes de que el uso de Facebook puede plantearles muchas dudas a los padres. Por ello creamos una recopilación de enlaces prácticos, consejos y sugerencias para que tu experiencia sea provechosa y puedas ayudar a tu hijo a lo largo de la suya”, señala Mark Zuckerberg en un comunicado.

Estos son algunos consejos:

1. Las mismas reglas dentro y fuera. Es recomendable hacerles saber que las reglas son igual de válidas tanto dentro como fuera de las actividades en internet. «No les hagas a los demás lo que no quieres que te hagan a ti. De la misma manera que les adviertes de que deben mirar a ambos lados antes de cruzar una calle o que es necesario ponerse casco para montar en bicicleta, enséñales a pensar antes de compartir contenido en internet», relata Antigone Davis, jefa de seguridad global de Facebook, en un comunicado citado por ABC .

2. Sé un buen ejemplo. Otro aspecto a tener en cuenta es mirar nuestros propios comportamientos, puesto que los niños imitan lo que ven en sus padres. Si estableces restricciones horarias sobre cuándo pueden usar las redes sociales o navegar por internet, tú como padre también deberías adoptar ese comportamiento.

3. Interactúa con ellos. Los padres deben empezar a interactuar con sus hijos en internet el momento en el que estos comienzan a usar las redes sociales. Como principal medida es recomendable que los papás se involucren con todas las plataformas y abran una cuenta en las mismas redes sociales que lo hagan sus hijos. Una vez añadidos como amigos será más fácil ver cómo se comportan y orientarlos mejor.

4. Educa en los momentos clave. Facebook insta a los padres a aprovechar los momentos clave para aconsejar a sus hijos sobre lo que hacen en las redes sociales y en internet en general. Por ejemplo, el momento en que los menores reciben su primer teléfono móvil es ideal para establecer una serie de normas básicas. Según el Portal de Padres, mientras más esperen, más complicado resultará hablar con sus hijos sobre tecnología y las redes sociales. 


5. Aprender de ellos. Es necesario, dice uno de los consejos del Portal de Padres, interesarse por lo que los hijos hacen y un buen paso es dejar que ellos les enseñen las actividades. Si los más jóvenes ya están familiarizados con algunos servicios online -como redes sociales, plataformas de streaming, o aplicaciones-, es aconsejable pedirles que te enseñen cómo funcionan y para qué sirven


domingo, 9 de abril de 2017

Cómo afrontar una crisis económica en familia


Ante una situación económica difícil, la unión y comprensión familiar, son las mejores alternativas para sobrellevar este impase. La unión de los esposos y la creación de un ambiente positivo, hará que los hijos asuman esta dificultad como un evento más de la vida que además de fortalecerlos, les permitirá aprender a afrontar situaciones similares en un futuro.

Lo más conveniente en estos casos es involucrar a los hijos y hacerles partícipes de la situación que vive la familia. Desde luego, no con un mensaje dramático sino esperanzador, “el niño comprenderá que la familia se encuentra ante una situación de necesidad y todos juntos van a hacer lo posible para que todo vaya mejor, y lo van a conseguir. Se le puede decir `no podemos tener esto, pero hay otras cosas importantes, porque fíjate tenemos esto otro´”, explica Celso Arango director de Psiquiatría del Hospital Gregorio Marañón en un artículo del diario ABC.es.

El experto aconseja que “en la medida de sus capacidades, los padres cuenten con los niños y les comuniquen las cosas, porque tan solo el hecho de formar parte de la unidad familiar es para ellos muy importante”. Igualmente sucede con los hijos adolescentes, conviene tenerlos en cuenta e invitarles a que participen en algunas decisiones.

Lo anterior ayudará a propiciar un contexto de unión familiar que hará más llevadera esta dificultad. “En los estudios realizados en los últimos 30 años se ha comprobado que la mejor manera en que una familia realmente puede superar una crisis es básicamente manteniéndose unida y trabajando como equipo (…) Los adultos en el hogar deben enfocarse en mantener una relación positiva entre sí, sin importar si hay dinero o no lo hay.” indica la doctora Lenna Ontai, en un artículo de la Universidad de California.

Para tener en cuenta

Cada caso es único, las condiciones varían de familia a familia, sin embargo ante una crisis económica, hay varios sucesos que se pueden llegar a presentar:

1. Los antojos de los hijos: el deseo de tener más y más, muchas veces influenciados por sus amigos con mayores capacidades económicas o por la misma publicidad, será un reto que los padres deberán aprender a manejar. Es primordial enseñarles a los hijos a valorar lo que tienen, sin pretender tener lo que no está a su alcance.

2. Los hijos deben hacer parte de las decisiones familiares: cuando los hijos -en especial los adolescentes- se sienten apreciados y además se les consulta su opinión, son más propensos a concientizarse de la situación por la que se atraviesa y además colaboran con mayor disposición. Hay algunas decisiones que papá y mamá deben tomar solos, pero hay otras que pueden contar con el consentimiento de los hijos.

3. No permita que el ambiente familiar se vea afectado: no se le puede añadir un problema a otro problema: una crisis conyugal o un conflicto con los hijos, hará mucho más complejo el dilema económico. Ante dificultades como éstas, se debe conservar la unión y la tranquilidad, pues la angustia no deja ver el panorama contiguo y se perderán de vista las posibles salidas. Un ambiente familiar armonioso, ayudará a que el problema sea tratado con efectividad.

4. Las crisis son cíclicas: hoy estamos bien, mañana no sabremos, o viceversa. Como en la mayoría de los casos, los ciclos acompañan la vida, hay momentos buenos y otros no tan buenos, por eso tener presente que vendrán tiempos mejores, hará que la esperanza sea la que reine en lugar del desespero.

5. El presupuesto familiar: se presente crisis o no, el presupuesto familiar es una herramienta esencial que permite conocer la realidad de las finanzas del hogar. Llevar un presupuesto mensual, es una medida preventiva que invita al orden y al buen manejo del dinero. Asimismo, crear un ambiente de ahorro en la familia, donde los hijos reserven parte de sus mesadas para diferentes propósitos, hará que tomen esta convicción como parte de su vida.

6. El matrimonio, más unido que nunca: las crisis económicas o en general todas las dificultades, permiten madurar, crecer y hasta pueden fortalecer el matrimonio. Eso depende de la actitud con que se tome la situación. Es importante estar muy unidos en los momentos de escasez material, apoyarse mutuamente y ser positivos para lograr superar la adversidad.


7. Todos deben ayudar. Cuando una familia trabaja como equipo, quiere decir que tanto los padres como los hijos, deben buscar soluciones para salir adelante y hacerle frente a la crisis. Cada uno, a la medida de sus posibilidades, debe aportar a la economía familiar.


miércoles, 5 de abril de 2017

¿Nos hemos convertido en “hiperpadres”?



 Hemos pasado de tener hijos mueble, a los que hacíamos poco caso, a tener hijos altar a quienes veneramos. Una nueva generación de padres practica la hiperpaternidad, un modelo de crianza originario de EEUU, y propio de las clases medias y altas, que se caracteriza por la sobreprotección de unos hijos que se han convertido en el centro de las familias del siglo XXI.

La periodista Eva Millet, especialista en temas de educación y crianza, expone todo lo que encierra el término “hiperpaternidad” en la siguiente entrevista concedida a Sontushijos.org.

¿Por qué los padres de ahora somos más protectores?

Una de las razones es demográfica. Si sólo tenemos 1,3 niños de promedio, este niño es el centro de atención y de la vida de sus padres. Y no les estamos haciendo ningún favor. ¡Claro que son superespeciales! Pero para ti, no para todo el mundo, y tienen que acostumbrarse a que no son el centro del Universo. Las familias antes eran más extensas y todos -abuelos, tíos, primos- participaban en tu educación. Ahora no, el modelo está blindado y no aceptamos comentarios ni críticas de la tribu. Además, tenemos a los hijos de mayores e importamos a la crianza las herramientas del trabajo. Y también hay una competencia brutal entre padres: los niños son ahora signo de estatus. Son una proyección de ti mismo y sus metas son las tuyas. Todo tiene que ser perfecto: la casa, el coche, los dientes y, también, el niño.

¿Cómo son los hiperpadres?

La hiperpaternidad se caracteriza por una atención excesiva a los niños y una perpetua supervisión. Los padres resuelven sistemáticamente los problemas a sus hijos y esto tiene consecuencias, porque los estás haciendo menos autónomos. Otra característica es justificarlos continuamente y estimularlos precozmente. Hay una tendencia a intentar que los niños lo hagan todo lo antes posible para que sean superniños, pero esto tiene dos derivadas. Estamos quitándoles a los niños lo más importante de la infancia, que es el tiempo para jugar, y no tienen tiempo para aburrirse, y del aburrimiento puede salir la creación. Está bien que hagan alguna actividad pero como máximo deberían tener tres tardes ocupadas, y ya me parece mucho.

"Estoy harta de hacer que la niñez de mi hijo sea mágica", decía la carta de una madre que se hizo viral.

Encontramos a padres inseguros porque hay sobreoferta de métodos y experiencias que el niño tiene que vivir, y esto supone un estrés añadido. Parece que no puedas quedarte en casa un fin de semana sin hacer nada, y los niños a veces también lo piden. Están hartos de tanta academia precoz y no debería ser así porque les matas las ganas de aprender y la curiosidad.

¿Cómo podemos saber si nos hemos convertido en hiperpadres?

Hay dos señales. Una, si no eres capaz de observar a tu hijo sin intervenir a la primera oportunidad. Y otra es cuando se habla en plural de los hijos: "Hoy tenemos un examen", "Hemos aprobado", "Hemos suspendido"...

Los hiperpadres también intervienen mucho en la escuela

Está bien que los padres se impliquen en la escuela, que colaboren, pero cada uno tiene que saber cuáles son sus límites. El problema es que a menudo termina en enfrentamiento.

¿Y qué niños estamos criando?

Estamos criando niños con una visión muy hinchada de sí mismos. Estamos criando niños L'Oréal: "Porque yo lo valgo". Pero por otro lado son niños muy débiles que nunca han aprendido a resolver sus problemas, porque nunca los has dado la oportunidad ni las herramientas y ante un pequeño problema se desmontan. Recuerdo el caso de una estudiante estadounidense en Barcelona que se quedó atrapada en el ascensor y en vez de tocar la alarma llamó a su madre a los Estados Unidos para que se lo resolviera. Están acostumbrados a que los padres les digan qué tienen que hacer. Al estar tan protegidos son inseguros y tienen muchos miedos: niños con miedo a dormir con la luz apagada, de tirar de la cadena, de comer cosas nuevas...

¿La crianza natural o maternidad intensiva puede ser un problema?

La maternidad se ha profesionalizado en el sentido de que hay mujeres que hacen de la maternidad su trabajo y se definen como full time mums. Se acaba enloqueciendo. El niño es tu referente pero tenemos que tener otras actividades en la vida.

¿Y cuál es el antídoto para revertir la hiperpaternidad?

El underparenting o sana desatención de los hijos. Como padres nuestro trabajo es estar pendientes de los hijos pero sin intervenir a la primera ni hacer un drama. Si la niña está desganada no quiere decir que tenga anorexia, y si un día no la dejan jugar al fútbol no es bullying. Pongo el ejemplo de la mochila: cuando el niño sale de la escuela no le tienes que llevar la mochila como si fueras su mayordomo. Si pesa, sácale un par de libros. Lo tienes que hacer responsable de sus cosas. Y también dejar de preguntarle todo: "Quieres dormir?", "¿Quieres comer?"... Hay esta idea de que la familia es una institución democrática y no, la familia es una jerarquía: los padres arriba y los niños abajo. Todos participamos pero no le puedes preguntar a un niño de 3 años qué quiere para cenar.


Publicado originalmente en SontusHijos.org 

http://lafamilia.info/educacion-de-los-hijos/nos-hemos-convertido-en-hiperpadres

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