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"El Señor no mira tanto la grandeza de las obras como el amor con que se hacen." Santa Teresa de Ávila
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martes, 16 de diciembre de 2014

Caprichos, antojos y juguetes en Navidad


Las pataletas y caprichos de los niños en época de Navidad pueden ser más comunes de lo normal, debido al ambiente consumista que lamentablemente ahoga estas fechas. ¿Qué hacer como padres?

Educar en la voluntad

Es normal que los niños se deslumbren ante los flamantes juguetes, son bastante atractivos para su pequeños ojos, también es normal que quieran tenerlos todos y que en medio de la tienda hagan una vergonzosa “pataleta”; al fin y al cabo son niños que están en formación y son los padres quienes deben enseñarles a manejar los deseos y formarlos en la voluntad.
Educar en el anhelo es educar en la voluntad, en el autocontrol, en el autodominio. Es importante enseñarles la austeridad, el valor del trabajo, el esfuerzo que tienen que hacer los padres para conseguir el dinero, por eso hay que ser coherentes y reglarles con moderación.
Aunque se tengan los recursos económicos, no todo se les puede dar a los hijos, ellos deben aprender la realidad de la vida: para obtener algo se requiere esfuerzo y trabajo, las cosas no llegan a las manos por arte de magia.

Aprender a decir "no"

Sabemos que como padres les queremos dar lo mejor a nuestros hijos, y quizá darles lo que nosotros nunca pudimos tener, sin embargo, en vez de hacerles un regalo les estamos haciendo un daño. Si de pequeños los padres les damos todo y les hacemos todo, cuando crezcan pensarán que el mundo se tiene que comportar como sus padres lo hicieron cuando eran pequeños.
Es muy constructivo decirles que NO a los hijos de vez en cuando u ojalá algo seguido. Decirles que no les podemos comprar ese juguete, que ya tienen muchos, que valoren los que tienen, que apenas alcanzan a jugar con esos, que miren la cantidad de niños que ni siquiera tienen uno de ellos, que papá y mamá no tienen dinero, que un buen comportamiento en la escuela quizá logre adquirir ese anhelado juguete; son algunos ejemplos.
Los niños que son educados con moderación en los elementos materiales, cuando sean adultos serán personas desprendidas, libres, valorarán las personas y no sus cosas, apreciarán el esfuerzo, harán un buen uso del dinero, tendrán buenas relaciones laborales, serán más tolerantes al fracaso, enfrentarán mejor una situación económica difícil, entre muchos otros beneficios.

Plan de acción

Saquemos provecho de la Navidad para educar, entre otras cosas, en el dominio de los deseos y el compartir con los demás, e aquí algunas estrategias prácticas:

  • Cuando el niño tiene entre 5 y 6 años, es importante que se le comience a enseñar el manejo del dinero; un uso adecuado y cauteloso.
  • Estar en contacto con personas de pocos recursos, para que valore lo que tiene y comparta con los más necesitados. Este siempre será el mejor ejercicio para educar en la solidaridad.
  • Compartir con amiguitos, primos, compañeros, etc. Invitarlos a casa a jugar con los juguetes de él. De esta forma aprenderá el desprendimiento y la generosidad.
  • Cada que llegue un juguete nuevo a casa, deberá salir uno más viejito para un niño que lo necesite. Así por ejemplo después de Navidad, pueden seleccionar junto con el niño, los juguetes que él desea obsequiar.
  • Enseñarles a los pequeños que compartir nos hace felices, pues de nada sirve tener muchos juguetes y no tener con quien jugar.
  • Se le debe exigir al hijo el buen trato a los juguetes, explicarle el esfuerzo que papá y mamá tuvieron que hacer para podérselo regalar, y por eso es importante que lo cuiden y no lo pierdan.

lunes, 15 de diciembre de 2014

Navidad: ¿Con cuál familia este año?

“¿Con quién pasamos la Navidad... con tu familia o con la mía?” Este es el dilema de muchas parejas por esta época, en especial de los recién casados quienes apenas comienzan a establecer los acuerdos propios del estilo de vida matrimonial. La clave es la negociación…pero con amor.

Como muchos otros asuntos relativos al matrimonio, las fechas de Navidad son un asunto de balance y negociación. Los cónyuges deben llegar a un acuerdo donde ambas partes queden a gusto, no obstante muchas veces no es así de fácil. A algunos les cuesta ceder pues le dan prioridad a su familia de origen y llevan el tema a “mayores” hasta convertirlo en un verdadero conflicto conyugal.

¿Cómo conciliar con el esposo/a?
La Navidad es una fiesta de paz, amor, fraternidad, y su todo ello comienza al interior de los hogares. Por eso es desafortunado y contradictorio, cuando esta celebración se convierte en un motivo de peleas, resentimientos y rencores. Para evitar este desastroso panorama, les damos algunas ideas que podrán ayudar a los cónyuges en esta situación:
  • Turnarse cada año. Funciona para algunos. Cada año deben cambiar para que cada uno pueda compartir con los suyos.

  • Doble celebración. Se vale celebrar dos días, ¿por qué no? Una familia se podrá reunir en la noche del 24 de diciembre y la otra el 25.

  • Un mismo día, dos reuniones. Sólo es posible si ambas familias viven en una misma ciudad y se hace fácil el traslado de un sitio al otro el mismo día. Es la solución ideal para muchos, se comparte con una familia el almuerzo y con la otra la cena, por dar un ejemplo.

  • Prioridad si hay casos especiales. Deberá tener prelación la familia que ha pasado por un suceso dificultoso como la pérdida de un ser querido, enfermedad, divorcio, soledad, entre otros.

  • Reunir ambas familias. Aunque muchas veces no es posible por diversas razones, también podría ser una muy buena opción, así no habría lugar a discusiones.
Recomendaciones finales

No formar un lío por este tema. La Navidad es una fiesta de familia, de armonía y de amor; convertir esta fecha en una disputa, es contrariar el sentido de la celebración. Existen opciones y soluciones, pero sin la disposición de cada quien, es imposible llegar a un punto de común acuerdo.

Ser comprensivos con los hijos y sus familias. Los padres que ya tienen hijos casados deben esforzarse por ser comprensivos con sus hijos, no imponerles ni exigirles pasar con ellos esta fecha y de algún modo ponerlos en una situación tan difícil como comúnmente la llamamos “entre la espada y la pared”.

No tomar caminos separados. Se pueden presentar circunstancias extremas que obliguen a los cónyuges a dividirse para que cada uno pase la Navidad con su familia, sin embrago no es lo ideal. El matrimonio es la unión de dos en una sola carne y así debe conservarse.


La Navidad y el perdón de la familia. La Navidad es perdón. Es el tiempo propicio para dejar atrás las circunstancias difíciles que cada quien haya vivido con su familia política. Por amor al cónyuge y a los hijos -si los hay-, se deben sanar los corazones y comenzar de nuevo; es éste el verdadero significado de la Navidad.


sábado, 13 de diciembre de 2014

5 hábitos de las personas puntuales

Hace años, mientras aún estaba estudiando, no era precisamente un modelo de puntualidad. Sin embargo, con el paso de los años he mejorado mucho este aspecto porque me he dado cuenta de que la puntualidad es sumamente importante. Ser impuntual puede afectar seriamente nuestra imagen, sobre todo si se trata de una cita importante, y también representa una grosería para quien espera. 
La buena noticia es que la persona puntual no nace, se hace.
Por tanto, todos podemos aprender a ser puntuales simplemente poniendo en práctica algunos hábitos que caracterizan a esas personas que siempre llegan en hora a sus citas.
1. Son realistas
Cuando llegaba tarde a las citas no era por despiste sino por una razón mucho sencilla: desestimaba el tiempo que tenía a mi disposición. Como resultado, me enzarzaba en diferentes actividades que consumían mi tiempo y, al final, terminaba corriendo con la certeza de que el reloj me había jugado una mala pasada.
Sin embargo, si algo caracteriza a las personas puntuales es que tienen una percepción mucho más realista del tiempo, saben calcular cuánto les tomará cada tarea y, en base a ello, organizan la jornada para llegar puntuales a la cita. 
2. Se preparan para retrasos inesperados
Otro de mis grandes problemas era que siempre pretendía que todo iba a salir bien. Por tanto, cuando ocurría un percance, el tiempo corría aún más deprisa. Sin embargo, las personas puntuales no solo saben estimar adecuadamente el tiempo del que disponen sino que siempre aplican la ley de Murphy: “Si algo puede salir mal, saldrá mal”. 
Esto significa que si quieres ser puntual tienes que planificar un tiempo extra para los problemas. Los atascos de tráfico, una llamada inesperada o un encuentro fortuito por la calle pueden consumir minutos preciosos cuando ya vamos contra reloj. Date un margen de tiempo para que llegues a la cita con tranquilidad.
3. Se sienten cómodos con el tiempo vacío
Las pocas veces que lograba prepararme a tiempo y que la ley de Murphy no se cumplía, me preguntaba “¿y qué haré si llego con demasiado tiempo de antelación?” Como resultado, siempre encontraba algo que hacer antes de salir y, consecuentemente, llegaba tarde.
No obstante, una de las principales características de las personas puntuales es que se sienten cómodas con el tiempo vacío y no les molesta ser los primeros en llegar a la cita. Estas personas aprovechan esos minutos para relajarse, prepararse para la cita o simplemente leer un libro y/o revisar el correo. 
4. Planifican todo
Es prácticamente imposible llevar una vida desorganizada y ser puntual. Por tanto, las personas puntuales a menudo también son muy organizadas en su día a día, les gusta planificar su agenda de trabajo y si les preguntas qué van a hacer el lunes próximo, probablemente sabrán recitarte sin vacilar la jornada que les espera. 
Esto no significa necesariamente que sean personas rutinarias sino simplemente que les gusta programar las actividades para poder cumplir con ellas y sentir que tienen todo bajo control. Son las clásicas personas a las que no se les pierden la billetera o las llaves del coche porque tienen cada cosa en su lugar, lo cual, obviamente, también contribuye a su puntualidad.
5. Hacen las cosas con anticipación
Antes prefería trabajar contra reloj, al límite de los plazos de entrega, porque ese eustrés me daba una cuota de energía adicional. Sin embargo, esta estrategia es un arma de doble filo y no siempre ofrece los resultados deseados. Ahora prefiero trabajar con más calma, hacer las cosas con anticipación y, si me sobra tiempo, volverles a echar una ojeada.
De hecho, uno de los principales hábitos de las personas puntuales es que casi siempre tienen las tareas listas antes de tiempo. A estas personas no les gusta trabajar en el último minuto y con la soga al cuello porque esas situaciones les producen un gran desgaste. El ejemplo clásico es el de la persona que elige la ropa del día siguiente durante la noche antes o del que recoge la maleta el día anterior del viaje.

martes, 2 de diciembre de 2014

Una mesa de Navidad sencilla

Empezamos la semana con inspiración para montar una mesa de Navidad sencilla. El post de hoy va especialmente dirigido a quienes no les gusten demasiado los adornos navideños o no dispongan de ellos pero quieran hacer algo diferente para estas fechas.


Velas infaltables....






Se pueden usar elementos que tengamos en casa o comprar algunos que podamos reutilizar para otras ocasiones. No es necesario que tengamos adornos únicamente para esta época, si no queremos.

 http://decoracion.facilisimo.com/blogs/general/una-mesa-de-navidad-sencilla_1261378.html?aco=1af3&fba


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