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"El Señor no mira tanto la grandeza de las obras como el amor con que se hacen." Santa Teresa de Ávila
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domingo, 20 de enero de 2013

ELOGIO DE LA LENTITUD



Carl Honoré es un periodista canadiense, nacido en Escocia y residente en Londres, autor del libro “Elogio de la lentitud” y uno de los principales teóricos de la Filosofía Slow cuyos seguidores intentan recuperar la calma perdida en las sociedades desarrolladas para saborear la vida de otra manera. Para él, vivir despacio no es perder el tiempo sino ganar en calidad de vida.
Honoré sostiene que la cultura contemporánea tributa adoración a la velocidad y a la hiperactividad, claves actuales del éxito laboral y social: ser el primero, rápido, resolutivo, ejecutivo, agresivo.  Sufrimos la enfermedad del tiempo creyendo que todo se debe hacer rápido.  Esto nos lleva a  olvidar las cosas importantes de la vida. 
Hemos de desacelerar  la marcha y buscar el tiempo justo para cada cosa; saborear cada momento priorizando lo imprescindible y no tenerle miedo a la inactividad. Una parada en nuestro alocado ritmo nos permitirá ver la vida de otra manera.
 
“Vivir de prisa no es vivir, es sobrevivir”.  Carl Honoré, sostiene que la hiperactividad actual nos lleva a dedicar nuestras energías a otras metas que nos hacen olvidar las cosas importantes de la vida. Sufrimos la enfermedad del tiempo creyendo que todo se debe hacer rápido. Intentemos decrecer el ritmo alocado en que vivimos para no degradarnos nosotros mismos. Simplemente reduzcamos la marcha y busquemos el tiempo justo para cada cosa; saboreemos cada momento priorizando lo imprescindible.

Algunos consejos de Carl Honoré:
 
No dejes que tu agenda te gobierne. Muchas cosas pueden posponerse. Prueba y verás. 

Cuando estés con tu pareja y tus hijos, o con tus amigos, apaga el móvil.

Tómate tiempo para comer y beber. Comer con prisa genera males digestivos y si la comida es buena, no la apreciarás como es debido. Éste es uno de los placeres de la vida, no lo arruines.
   
Pasa tiempo a solas contigo mismo, en silencio. Escucha tu voz interior. Medita sobre la vida en general.

No tengas miedo al silencio. Al principio te será difícil, luego notarás los beneficios.

Escucha música con calma y verás su belleza.
    
No te quedes frente al televisor porque sí.
    
Haz una lista de prioridades. Si lo primero que escribiste es trabajo, algo anda mal.  Vuelve a hacerla: el trabajo es importante pero no es lo más importante de tu vida.
    
Escucha los sueños de la gente que amas, sus miedos, sus alegrías, sus fracasos, sus fantasías y problemas.
    
No creas que los demás pueden seguir tu ritmo. Eres tú quien debe desacelerar e ir al ritmo de ellos.
    
Recuerda que la conversación y la compañía silenciosa son los medios de comunicación más antiguos que existen.
    
El virus de la prisa es una epidemia mundial. Si lo has contraído, trata de curarte.
 
Carl Honoré

4 comentarios:

  1. No sabia de este autor, lo que dice me parece muy acertado yo lo he visto así desde hace tiempo, es bueno detenernos y replantearnos para no ser atrapados por esta vorágine del tiempo actual.
    Gracias por compartirlo.
    Saludos

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    Respuestas
    1. Hola Jess,...así es, gracias por pasar por el blogs... un abrazo!

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  2. Muy buena la entrada y muy sabia. Toda obra buena, se construye lentamente.
    Un saludo en Cristo

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