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Si quieres que las cosas salgan bien, asegúrate de hacerlas personalmente, dice el refrán. En cuanto a educar y preparar hijos, diría así: Si quieres hijos felices, enséñales personalmente.Los maestros, las escuelas, las iglesias, los amigos y básicamente todos los que nos rodean, nos enseñan algo. De todos aprendemos cosas buenas y cosas a veces no tan buenas. Mis hijas ya crecieron, en un tiempo más tengo la esperanza de ser abuela y ahora que los años han pasado, me siento afortunada por haber enseñado a mis hijas algunos principios. También puedo ver que debí haber enseñado algunas cosas más, con mayor dedicación. Te comparto lo que para mí fue importante instruir en casa:
Enseña a tus hijos a manejar
Tal vez para ti esto no suene importante, y está bien, pero para mí fue muy importante enseñar personalmente a manejar a cada una de mis hijas. A mí me enseñó mi papá, y algo en lo que atinó hacer fue decirme cómo salir adelante siendo una mujer conductora, eso no te lo enseñan en un curso de manejo, ¡te lo aseguro! Procuré enseñar a mis hijas a manejar correctamente, pero también a cuidarse, a cambiar una llanta, a pedir ayuda sin ponerse en riesgo, a llevar niños pequeños en su carro, cómo cuidar los zapatos de tacón para que no se raspen, a conocer la ley de tránsito, revisar el motor, evitar que engaños en las gasolineras y hasta cómo reaccionar en casos de emergencia. No siempre fue fácil, de hecho es muy estresante enseñar a conducir a alguien, más si se trata de tu hijo. Mi segunda hija, más nerviosa, fue todo un reto para mí, pero no cambiaría esa experiencia ni por un minuto. Sería más paciente, eso sí, si tuviera una segunda oportunidad.Enseña a tus hijos sobre sexualidad
La escuela, los maestros y otras personas pueden hacerlo por ti, tal vez tengan mayor información o conocimientos, pero hay algo que nunca podrán igualar contigo: el amor que tú les tienes. Nadie conoce como tú las debilidades y fortalezas de tus hijos, sus gustos, sus amigos y sus historias de amor. Nadie como tú para explicar lo hermoso que es ser mujer y la maravilla de la concepción y la maternidad. Nadie como tú para hablar del amor, del amor en la pareja y su expresión en la intimidad, el respeto, el cuidado y esas cosas que solo tú y no otros pueden obsequiar a los hijos. Estudia, prepárate y simplemente abre tu corazón. Platica con cada uno de tus hijos y te garantizo que establecerás un puente de comunicación único, maravilloso y lleno de satisfacciones.Enseña a tus hijos sobre la fe
Nunca nadie ha dicho que la vida sea fácil. Todos pasaremos en ella momentos tanto dulces, como amargos; no estaremos con nuestros hijos siempre y cada uno de ellos deberá enfrentar sus batallas personales. Regala a tus pequeños el don de la fe desde que son pequeños, enséñales a creer, a tener confianza, a esperar cosas buenas de otros, de la vida y de ellos mismos. La fe les dará esperanza, ánimo, seguridad; les evocará una y tantas veces como sea necesario, tus palabras, tus enseñanzas y tu amor incondicional. La fe se desarrolla cuando la ejerces con ellos, cuando les muestras tu confianza y seguridad en que todo lo que sucede, solo es para su bien.Enséñales a sobreponerse a las dificultades
Seguramente ya has escuchado esa historia donde la mamá abrumada por todas sus dificultades, se derrumba a llorar frente a su hija pequeña, quien le pregunta: "¿Qué vamos a hacer, mamá?" La madre responde: "¡No lo sé! ¡Solo quiero llorar!" Ante ello, la niña vuelve a preguntar: "¿Y qué vamos a hacer cuándo termines de llorar?" Todos podemos derrumbarnos y caer a llorar pero, por amor a los hijos, es preciso también mostrarles lo que podemos hacer después de llorar. Ya sea que pierdas el empleo, fallezca un familiar, pases un divorcio, enfrentes una enfermedad o simplemente ese día no tengas dinero para comer, tus hijos deben ver que se puede salir adelante. Cómo soluciones tus problemas, entrenará a tus hijos para que ellos enfrenten los propios. Si tus problemas los resuelves a golpes y con gritos, o con inteligencia y paciencia, lo más probable es que tus hijos lo hagan de manera muy similar.Enséñales el poder sanador del perdón
Perdonar a un compañerito de clase o a un hermano que rompió su juguete, serán ejercicios de preparación para saber perdonar en el futuro los errores de otros. Perdonar no significa ceder y caer una y otra vez en conductas que dañen o lastimen, significa no envenenarse el corazón y liberarse de los malos sentimientos que carcomen el alma. Ayuda a tus adolescentes y jóvenes a perdonarse a sí mismos cuando han cometido alguna falta: este don ayudará a tus hijos como pocas cosas en la vida.Enseñar estas cosas nunca es fácil, ni rápido. Pero cuando las dificultades lleguen, tendrás la certeza de que tu hijo, donde quiera que se encuentre, está capacitado para salir adelante. Y ese, amiga mía, es un sentimiento maravilloso.
lunes, 9 de febrero de 2015
Cinco cosas que debes enseñar a tus hijos personalmente
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