Hemos pasado de tener hijos mueble, a los que hacíamos
poco caso, a tener hijos altar a quienes veneramos. Una nueva generación de
padres practica la hiperpaternidad, un modelo de crianza originario de EEUU, y propio de las
clases medias y altas, que se caracteriza por la sobreprotección de unos hijos
que se han convertido en el centro de las familias del siglo XXI.
La periodista Eva Millet,
especialista en temas de educación y crianza, expone todo lo que encierra el
término “hiperpaternidad” en la siguiente entrevista concedida a
Sontushijos.org.
¿Por qué los padres de ahora somos
más protectores?
Una de las razones es demográfica. Si
sólo tenemos 1,3 niños de promedio, este niño es el centro de atención y de la
vida de sus padres. Y no les estamos haciendo ningún favor. ¡Claro que son
superespeciales! Pero para ti, no para todo el mundo, y tienen que acostumbrarse
a que no son el centro del Universo. Las familias antes eran más extensas y
todos -abuelos, tíos, primos- participaban en tu educación. Ahora no, el modelo
está blindado y no aceptamos comentarios ni críticas de la tribu. Además,
tenemos a los hijos de mayores e importamos a la crianza las herramientas del
trabajo. Y también hay una competencia brutal entre padres: los niños son ahora
signo de estatus. Son una proyección de ti mismo y sus metas son las tuyas.
Todo tiene que ser perfecto: la casa, el coche, los dientes y, también, el
niño.
¿Cómo son los hiperpadres?
La hiperpaternidad se caracteriza por
una atención excesiva a los niños y una perpetua supervisión. Los padres
resuelven sistemáticamente los problemas a sus hijos y esto tiene consecuencias,
porque los estás haciendo menos autónomos. Otra característica es justificarlos
continuamente y estimularlos precozmente. Hay una tendencia a intentar que los
niños lo hagan todo lo antes posible para que sean superniños, pero esto tiene
dos derivadas. Estamos quitándoles a los niños lo más importante de la
infancia, que es el tiempo para jugar, y no tienen tiempo para aburrirse, y del
aburrimiento puede salir la creación. Está bien que hagan alguna actividad pero
como máximo deberían tener tres tardes ocupadas, y ya me parece mucho.
"Estoy harta de hacer que la
niñez de mi hijo sea mágica", decía la carta de una madre que se hizo
viral.
Encontramos a padres inseguros porque
hay sobreoferta de métodos y experiencias que el niño tiene que vivir, y esto supone
un estrés añadido. Parece que no puedas quedarte en casa un fin de semana sin
hacer nada, y los niños a veces también lo piden. Están hartos de tanta
academia precoz y no debería ser así porque les matas las ganas de aprender y
la curiosidad.
¿Cómo podemos saber si nos hemos
convertido en hiperpadres?
Hay dos señales. Una, si no eres
capaz de observar a tu hijo sin intervenir a la primera oportunidad. Y otra es
cuando se habla en plural de los hijos: "Hoy tenemos un examen",
"Hemos aprobado", "Hemos suspendido"...
Los hiperpadres también intervienen
mucho en la escuela
Está bien que los padres se impliquen
en la escuela, que colaboren, pero cada uno tiene que saber cuáles son sus
límites. El problema es que a menudo termina en enfrentamiento.
¿Y qué niños estamos criando?
Estamos criando niños con una visión
muy hinchada de sí mismos. Estamos criando niños L'Oréal: "Porque yo lo
valgo". Pero por otro lado son niños muy débiles que nunca han aprendido a
resolver sus problemas, porque nunca los has dado la oportunidad ni las
herramientas y ante un pequeño problema se desmontan. Recuerdo el caso de una
estudiante estadounidense en Barcelona que se quedó atrapada en el ascensor y
en vez de tocar la alarma llamó a su madre a los Estados Unidos para que se lo
resolviera. Están acostumbrados a que los padres les digan qué tienen que
hacer. Al estar tan protegidos son inseguros y tienen muchos miedos: niños con
miedo a dormir con la luz apagada, de tirar de la cadena, de comer cosas
nuevas...
¿La crianza natural o maternidad
intensiva puede ser un problema?
La maternidad se ha profesionalizado
en el sentido de que hay mujeres que hacen de la maternidad su trabajo y se
definen como full time mums. Se acaba enloqueciendo. El niño es tu referente
pero tenemos que tener otras actividades en la vida.
¿Y cuál es el antídoto para revertir
la hiperpaternidad?
El underparenting o sana desatención
de los hijos. Como padres nuestro trabajo es estar pendientes de los hijos pero
sin intervenir a la primera ni hacer un drama. Si la niña está desganada no
quiere decir que tenga anorexia, y si un día no la dejan jugar al fútbol no es
bullying. Pongo el ejemplo de la mochila: cuando el niño sale de la escuela no
le tienes que llevar la mochila como si fueras su mayordomo. Si pesa, sácale un
par de libros. Lo tienes que hacer responsable de sus cosas. Y también dejar de
preguntarle todo: "Quieres dormir?", "¿Quieres comer?"...
Hay esta idea de que la familia es una institución democrática y no, la familia
es una jerarquía: los padres arriba y los niños abajo. Todos participamos pero
no le puedes preguntar a un niño de 3 años qué quiere para cenar.
Publicado originalmente en SontusHijos.org
http://lafamilia.info/educacion-de-los-hijos/nos-hemos-convertido-en-hiperpadres
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