Ante una situación económica difícil, la unión y comprensión
familiar, son las mejores alternativas para sobrellevar este impase. La unión de los esposos y la creación de un ambiente positivo,
hará que los hijos asuman esta dificultad como un evento más de la vida que
además de fortalecerlos, les permitirá aprender a afrontar situaciones
similares en un futuro.
Lo más conveniente
en estos casos es involucrar a los hijos y hacerles partícipes de la situación
que vive la familia. Desde luego, no con un mensaje dramático sino
esperanzador, “el niño comprenderá que la familia se encuentra ante una
situación de necesidad y todos juntos van a hacer lo posible para que todo vaya
mejor, y lo van a conseguir. Se le puede decir `no podemos tener esto, pero hay
otras cosas importantes, porque fíjate tenemos esto otro´”, explica Celso
Arango director de Psiquiatría del Hospital Gregorio Marañón en un artículo del
diario ABC.es.
El experto aconseja
que “en la medida de sus capacidades, los padres cuenten con los niños y les
comuniquen las cosas, porque tan solo el hecho de formar parte de la unidad
familiar es para ellos muy importante”. Igualmente sucede con los hijos
adolescentes, conviene tenerlos en cuenta e invitarles a que participen en
algunas decisiones.
Lo anterior ayudará
a propiciar un contexto de unión familiar que hará más llevadera esta
dificultad. “En los estudios realizados en los últimos 30 años se ha comprobado
que la mejor manera en que una familia realmente puede superar una crisis es
básicamente manteniéndose unida y trabajando como equipo (…) Los adultos en el
hogar deben enfocarse en mantener una relación positiva entre sí, sin importar
si hay dinero o no lo hay.” indica la doctora Lenna Ontai, en un artículo de la
Universidad de California.
Para tener en cuenta
Cada caso es único,
las condiciones varían de familia a familia, sin embargo ante una crisis
económica, hay varios sucesos que se pueden llegar a presentar:
1. Los antojos de los hijos: el deseo de tener más y más, muchas veces influenciados por sus
amigos con mayores capacidades económicas o por la misma publicidad, será un
reto que los padres deberán aprender a manejar. Es primordial enseñarles a los
hijos a valorar lo que tienen, sin pretender tener lo que no está a su alcance.
2. Los hijos deben hacer parte de las decisiones familiares: cuando los hijos -en especial los adolescentes- se sienten
apreciados y además se les consulta su opinión, son más propensos a
concientizarse de la situación por la que se atraviesa y además colaboran con
mayor disposición. Hay algunas decisiones que papá y mamá deben tomar solos,
pero hay otras que pueden contar con el consentimiento de los hijos.
3. No permita que el ambiente familiar se vea afectado: no se le puede añadir un problema a otro problema: una crisis
conyugal o un conflicto con los hijos, hará mucho más complejo el dilema
económico. Ante dificultades como éstas, se debe conservar la unión y la
tranquilidad, pues la angustia no deja ver el panorama contiguo y se perderán
de vista las posibles salidas. Un ambiente familiar armonioso, ayudará a que el
problema sea tratado con efectividad.
4. Las crisis son cíclicas: hoy estamos bien, mañana no sabremos, o viceversa. Como en la
mayoría de los casos, los ciclos acompañan la vida, hay momentos buenos y otros
no tan buenos, por eso tener presente que vendrán tiempos mejores, hará que la
esperanza sea la que reine en lugar del desespero.
5. El presupuesto familiar: se presente crisis o no, el presupuesto familiar es una
herramienta esencial que permite conocer la realidad de las finanzas del hogar.
Llevar un presupuesto mensual, es una medida preventiva que invita al orden y
al buen manejo del dinero. Asimismo, crear un ambiente de ahorro en la familia,
donde los hijos reserven parte de sus mesadas para diferentes propósitos, hará
que tomen esta convicción como parte de su vida.
6. El matrimonio, más unido que nunca: las crisis económicas o en general todas las dificultades,
permiten madurar, crecer y hasta pueden fortalecer el matrimonio. Eso depende
de la actitud con que se tome la situación. Es importante estar muy unidos en
los momentos de escasez material, apoyarse mutuamente y ser positivos para
lograr superar la adversidad.
7. Todos deben ayudar. Cuando una familia trabaja como equipo, quiere decir que tanto los
padres como los hijos, deben buscar soluciones para salir adelante y hacerle
frente a la crisis. Cada uno, a la medida de sus posibilidades, debe aportar a
la economía familiar.
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