Entrando el mes de octubre se espera la fiesta del Halloween. Los
comercios lucen adornos de color naranja y negros, se ven dibujos de brujas,
demonios, fantasmas, y monstruos; se preparan fiestas de disfraces, las cuales
los niños esperan con ansias. Pero, ¿conocemos el origen del Halloween? ¿Qué significado
tiene esta fiesta? ¿Estamos celebrando algo que va en contra de nuestros
valores y se lo estamos transmitiendo a los hijos?
Un origen oscuro
Es importante conocer un poco su origen para darnos cuenta qué
celebramos en realidad. El nombre de Halloween se deriva de "All Hallows
Eve" o "Víspera del día de todos los santos" y se celebra la
noche del 31 de octubre. Viene de los ritos de los Druidas (sacerdotes de las
tribus europeas Celtas) para celebrar el día en que Samán, el dios de los
muertos, invocaba a los malos espíritus a reunirse la última noche del mes de
octubre para examinar los acontecimientos del futuro.
Gradualmente la fiesta del inicio del otoño adquirió un carácter
siniestro. Se creía que ese día salían a rondar fantasmas, hadas, brujas,
demonios y duendes. Asimismo, se creía que Halloween era el día más apropiado
para todo tipo de adivinaciones acerca del matrimonio, suerte, salud y muerte.
Este era el día en el que los paganos invocaban la ayuda del diablo para esos
propósitos.
A finales del siglo XIX inmigrantes irlandeses introdujeron la fiesta de Halloween en Estados Unidos, país donde los comerciantes la convirtieron en una ocasión para la ganancia económica por la venta de dulces, disfraces, tarjetas, posters, etc.
Por tanto, conscientes de que todo lo relacionado con brujos y el
demonio es abominación contra Dios, "celebraciones" como la del
Halloween no son agradables ante Sus ojos. Es necesario que entendamos que
un brujo es un servidor del diablo. Sólo se celebra lo que se admira o se
quiere. Por esto no es lógico que celebremos algo que atenta contra
nosotros.
Una mejor alternativa: El Día de los Niños
Partiendo entonces de un panorama tan oscuro y colmado de fuerzas
negativas como es el Halloween, se propone mejor que el 31 de octubre se celebre
el Día de los Niños. Algunas ideas para hacer de esta una celebración familiar
con un sentido diferente:
- Busca para tus hijos disfraces de animalitos o personajes infantiles. Evita aquellos de zombies, brujos,
monstruos, y los que incluyan juguetes bélicos.
- Diversión y juego.
Este día debe ser un espacio para lo mejor que los niños pueden hacer: jugar.
Prepara algunas actividades para este día.
- Evita en casa las decoraciones tenebrosas. Si tu hijo pregunta por qué en
casa de su amigo sí hay arañas, fantasmas y brujos, explícale en términos
comprensibles las razones de esta decisión. Los niños entienden perfectamente
las explicaciones de sus padres.
- - Una ocasión para dar y compartir. Así
como ellos recibirán dulces o regalos, invita a tus hijos para que en
este día compartan con niños necesitados. Pueden ser juguetes o ropa que
ya no utilicen.
No permitamos que la sociedad de consumo nos lleve a vivir cosas que van
en contravía de nuestros valores.