alegrías.
Con frecuencia, y en las más variadas formas, se tendría que recordar a los padres lo necesario que es que vivan con este espíritu de sacrificio, pues fácilmente lo olvidan. Con frecuencia habrían de meditar ellos su tremenda responsabilidad. Mas no para sacar esta consecuencia: "más vale no tener hijos", sino para hacer responsablemente todo cuanto esté a su alcance por la futura felicidad, temporal y eterna, de sus hijos».
Mons. Tihamér Tóth
El matrimonio cristiano
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