Unos obreros estaban picando piedras frente a un enorme edificio de construcción.
Se acercó un visitante a uno de los obreros y le preguntó:
-¿Qué están haciendo ustedes aquí?
El obrero lo miró con dureza y le respondió:
-¿Acaso usted está ciego para no ver lo que hacemos? Ahí, picando
piedras como esclavos por un sueldo miserable y sin el menor
reconocimiento. Vea usted ese mismo cartel. Allá ponen los nombres de
ingenieros, arquitectos, pero no ponen los nuestros que somos los que trabajamos duro y dejamos en la obra el pellejo.
El visitante se acercó entonces a otro obrero y le preguntó lo mismo.
- Aquí, como usted puede ver, picando piedras para levantar este enorme
edificio. El trabajo es duro y está mal pagado, pero los tiempos son
difíciles, no hay mucho trabajo y algo hay que hacer para llevar la
comida a los hijos.
Se acercó el visitante a un tercer obrero y una vez más le preguntó
lo que estaba haciendo. El hombre le contestó con gran entusiasmo:
-
Estamos levantando un Hospital, el más hermoso del mundo. Las
generaciones futuras lo admirarán impresionados y escucharán el entrar y
salir constante de las ambulancias, anunciando el auxilio de Dios para
los hombres.
Yo no lo veré terminado, pero quiero ser parte de esta
extraordinaria aventura.
El mismo trabajo, el mismo sueldo, la misma falta de reconocimiento; una misma realidad.
Tres maneras distintas de vivirla: como esclavitud; como resignación; como pasión, aventura y desafío.
Piensa que el mundo es un infierno y lo será.
Piensa que este mundo es parte del paraíso y lo será.
Vivir con ilusión, convertir el trabajo en una fiesta, sentirnos parte de las buenas obras... De ti depende.
Si haces lo que te gusta y encima te pagan, que mas le pides a la
vida, vive tu trabajo con ilusión y darle gracias a Dios, que no todos
tienen la dicha que tienes tú.
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sábado, 2 de agosto de 2014
TRABAJAR CON ILUSION
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