A lo largo de mi vida, siempre he deseado encontrar las palabras exactas, justas y francas para describir a la mujer, no sólo porque yo sea una mujer, sino también por las mujeres que a diario se cruzan por mi vida:
Mujer madre, mujer hija, mujer hermana, mujer amiga; y estás tú: la mujer que lo puede todo, y tú, la mujer que no puede nada.
Me encuentro contigo: Mujer que no puedes nada y bajas la cabeza ante el maltrato. Mujer que no puedes odiar porque tienes un corazón frágil, débil. Mujer que todo lo perdonas, porque amas.
Me encuentro contigo: Mujer que lo puedes todo cuando amas, cuando trabajas y cuando sueñas. Lo puedes todo y pones de manifiesto tu corazón de acero, para defender a tu prole, para pelearle a la vida y al mundo para llenar a tus hijos de amor infinito.
Mujer que sin tener un calendario ni un reloj, sabes el tiempo exacto para llorar, y sabes el tiempo exacto para reír y haces girar el día gris al compás de la luz, para alumbrar el camino de los que amas. Mujer que no eres bella porque te aman, eres bella porque te dejas amar.
Mujer que detienes el mundo, para que su girar no te alcance, pero mueves tu mundo con una mirada, con un suspiro con tus sueños de mil colores y luchas por hacerlos realidad.
Mujer que mueves tu mundo con una mirada de amor, y miras pasar la vida y dejas que se te escape, para que otros puedan vivirla y ser felices.
Mujer que no te dejas vencer con una derrota y tienes tanto que decir y das la palabra fuerte y firme para encontrar una solución.
Autor Desconocido
Enviado por: Mary Freiman
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