Después de la segunda guerra mundial, un joven piloto inglés probaba un avión monomotor en una peligrosa aventura alrededor del mundo. Poco después de despegar de uno de los pequeños e improvisados aeródromos, oyó un ruido extraño que venía de detrás de su asiento. Al observar, se dio cuenta que había una rata a bordo y que si roía la cobertura de lona, podía destruir su frágil avión. Él podía volver al aeropuerto para librarse de su incómodo, peligroso e inesperado pasajero, pero de repente recordó que las ratas no resisten las grandes alturas, así que voló cada vez más alto, hasta que cesaron los ruidos que ponían en peligro su viaje.
Si amenazan destruirte por envidia, calumnia o maledicencia:Vuela más alto.
Si te criticaran: Vuela más alto.
Si te hicieran alguna injusticia: Vuela más alto
Recuerda siempre que las ratas no resisten las grandes alturas. Que hoy y siempre, tengas el coraje de levantar vuelo y volar siempre alto, muy alto, con la cabeza entre las nubes y los pies bien fijos en el suelo. Que cuando estés volando, sepas mirar para abajo y ver que existen criaturas mucho más pequeñas que tú y cuán grande e importante eres delante de ellas, y que en esa misma proporción, también mires para arriba y veas cómo es de grandioso el cielo que te cubre y percibas el tamaño de tu pequeñez frente al universo.
Autor Desconocido
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