Contra la obesidad infantil, es clave tomar más agua,
comer más frutas y hortalizas, ver menos tele, hacer más actividad física,
dormir bien y muchas horas y pasar más tiempo con la familia
- Imagen: OakleyOriginals -
Para
hacer frente a la epidemia de obesidad
infantil, que afecta a millones de niños en todo el mundo, se han
identificado seis mensajes claves: tomar más agua, comer más frutas y
hortalizas, ver menos tele, hacer más actividad física, dormir bien y muchas
horas y pasar más tiempo con la familia. La alimentación, el ejercicio físico y
el estrés son los tres grandes ejes sobre los que actuar para idear e
implementar acciones que promuevan estilos de vida más saludables, tanto en los
niños como en sus progenitores. Los datos son tremendos: uno de cada cinco
niños sufre sobrepeso u obesidad.
Seis mensajes claros y concisos
Contra la obesidad infantil, los tres grandes ejes
sobre los que actuar son la alimentación, el ejercicio físico y el estrés
Las acciones claves contra la obesidad infantil surgen
del estudioIDEFICS (Identificación
y prevención de los efectos de la alimentación y del estilo de vida sobre la
salud de niños y bebés), de intervención frente a esta epidemia. Estas son
consecuencia de los resultados obtenidos al determinar el efecto de los cambios
en la alimentación y en el estilo de vida sobre el peso corporal y otros
parámetros sanitarios. Para ello, se llevó a cabo una encuesta de referencia
transversal a gran escala entre más de 16.000 niños de ocho países europeos y
con edades comprendidas entre dos y nueve años.
Tras la encuesta, se realizó una intervención específica
y otra encuesta de seguimiento de esos mismos niños para determinar el efecto
de los cambios en la alimentación y en el estilo de vida sobre el peso corporal
y otros parámetros sanitarios. Las actividades de la intervención se centraron
en torno a seis mensajes claves sobre la dieta, el ejercicio físico y el
estrés. Se buscaron conductas y actividades para promover estilos de vida más
saludables tanto en los niños como en sus progenitores.
Mensajes claves en alimentación
1. Estimular el consumo diario de agua. Es la manera más
segura, saludable, eficaz y económica de sustituir la ingesta de otras bebidas
refrescantes que suman azúcares y calorías a la dieta diaria del niño. ¿Cómo?:
- Enseñar
nuevos hábitos: guardar una botella pequeña de agua en su mochila,
animarle a beber un poco de agua al levantarse, antes y después de cada
comida (desayuno, almuerzo, comida, merienda y cena).
- Cambiar
el sabor del agua: añadir zumo natural de frutas (naranja, limón, fresas,
manzana...) a la botella de agua del niño.
- Recetas
"acuosas": incluir en los menús gazpachos, sopas, cremas o
caldos para sumar agua cada día.
- Reflexionar
y buscar soluciones a algunas cuestiones: ¿en el patio del colegio o en el
parque hay fuentes donde los niños pueden beber agua?, ¿tienen facilidad
los niños para beber agua en el colegio?, ¿los padres tienen costumbre de
beber agua?
2. Estimular el consumo diario de fruta y verdura. Los
niños con sobrepeso u obesidad, en especial las niñas, tenían una mayor
preferencia por el sabor de los alimentos con grasas o azúcar añadidos. Las
frutas son los alimentos naturales más dulces y hay que conseguir despertar el
interés del niño por una gran variedad de frutas y hortalizas.
- La
Escuela Prevenir la obesidad infantil de EROSKI CONSUMER propone consejos
para hacer más fácil el consumo de frutas y hortalizas entre
los niños: fruta variada para almorzar un mínimo de tres días por semana y
alternar con las meriendas; dejar el frutero en casa siempre a la vista;
presentaciones apetitosas (brochetas, macedonias, frutas o verduras
rellenas, batidos o cremas de verduras coloridas); preparar ensalada como
entrante común en comidas y cenas familiares; recetas con frutas (pollo
con puré de manzana, ensalada con tacos de manzana o naranja, lomo con
guarnición de plátano asado); recetas con verduras (bizcocho de zanahoria
y manzana, tortillas de verduras, canelones rellenos de carne y verduras,
flanes de verduras, pizzas con vegetales...).
Mensajes claves en el ejercicio físico
3. Reducir la cantidad de tiempo invertido en ver la
televisión. Con independencia de las preferencias gustativas o alimentarias,
los niños que veían más televisión se alimentaban
peor, con más alimentos grasientos y azucarados. La tele se puede usar como
herramienta para que, a través de ella y por medio de distintos videojuegos interactivos,
los niños practiquen ejercicio físico, bailen o hagan sus propias coreografías.
4. Estimular el ejercicio
físico diario. El estudio ha demostrado el beneficio del ejercicio
físico en la salud ósea: los niños que corrían más deprisa, saltaban más lejos
y se mantenían más activos a diario tenían huesos más fuertes. Los expertos
estiman que, si los niños tuvieran más horas de educación física, disfrutarían
más con el deporte.
Mensajes clave en torno al estrés, la superación de los
problemas y la relajación
5. Pasar más tiempo juntos. Procurarle al niño una vida
afectiva equilibrada y constante es esencial para prevenir situaciones de estrés en
el pequeño. Las actividades, juegos y tareas compartidas entre padre, madre y
niño son esenciales para un desarrollo emocional sano. Además, enseñarles y
animarles a cocinartiene
mucho sentido: supone pasar más tiempo juntos, favorecer su creatividad,
coordinación y habilidad, y fomentar buenos hábitos alimentarios y una sana
relación con la comida.
6. Asegurar una duración adecuada del sueño. Dormir bien
por la noche, e incluso dormir la siesta, es bueno para los más pequeños. En el
caso de la siesta,
les ayuda a reponer fuerzas y que concilien mejor el sueño por las noches.
Seguir un ritual en el momento de dormir es
importante para que el niño adquiera un buen ritmo de sueño, relaje su cuerpo y
su mente y esté predispuesto a dormir. Es recomendable acostar a los pequeños a
una misma hora y mantener un ambiente distendido y tranquilo, pese a que les
cueste conciliar el sueño.
MALOS HÁBITOS PARA LA SALUD INFANTIL
Los resultados más llamativos del estudio IDEFICS arrojan
datos preocupantes por su tendencia alcista: uno de cada cinco niños europeos
padece sobrepeso u obesidad y la prevalencia es mayor en los países del sur de
Europa, entre ellos, España. Entre los malos hábitos asociados al sobrepeso y a
la obesidad infantil, así como a una merma de la calidad de vida de los más
pequeños, se destacan los siguientes:
- Falta
de horas de sueño (dormir menos de 11 horas cada noche).
- Insuficiente
ejercicio físico (menos de 60 minutos diarios de ejercicio físico de
moderado a intenso).
- Exceso
de horas (más de 14 horas a la semana) dedicadas a ver contenidos
multimedia, como la televisión, y a actividades sedentarias.
- Determinadas estructuras familiares, como ingresos bajos, nivel educativo bajo, familias monoparentales o progenitores/padres inmigrantes o que padecen sobrepeso u obesidad.
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