Descubrir
nuestro valor
No importa lo
inteligente, atractivos y brillantes que podamos ser. Si dudamos de nuestra
valía, entonces nuestros propios pensamientos sabotean todos los esfuerzos y
pueden acabar por socavar las relaciones y nuestra vida. Es necesario abrirse a
la vida abundante con el convencimiento de que nos merecemos aquello que
deseamos o tenemos. En la medida en que nos creemos que lo merecemos,
descubriremos nuestro valor.
Recuperar
nuestra voluntad
Incluso los mejores
planes siguen sin hacerse si no existe un motor o una voluntad decidida a
hacerlos. El amor propio y la autoestima surgen como consecuencia de hacer lo
que hay que hacer cuando toca hacerlo.
Energizar
el cuerpo
Si nos falta la
vitalidad no tenemos nada, si tenemos salud, todo es posible. Lo único de lo que
podemos estar seguros es que tenemos un cuerpo para vivir. Cuidar este cuerpo es
la manera más fácil de estar bien con nosotros mismos y con el
entorno.
Administrar
nuestro dinero
Al aclarar nuestros
objetivos y el uso de nuestros dones, podemos hacer circular correctamente el
dinero. Amar aquello que hacemos y disfrutar trabajando al servicio de los
demás, nos ayudan a conectarnos con la más alta vocación de nuestra alma. El
dinero es energía y por tanto es neutro, no es ni bueno ni malo. El uso de
nuestra energía nos revelará el correcto uso del dinero.
Controlar
nuestra mente
“El mundo es un
reflejo de tu mente.” En una mente limpia no hay lugar para fantasmas. Cada uno
de nosotros vemos el mundo a través de infinidad de filtros: las creencias, la
educación, la opinión, la interpretación, los miedos, etc.. Sólo con
una mente libre de condicionamientos podremos objetivamente captar la
realidad.
Confiar
en nuestra intuición
La intuición es la
llave que nos abre la puerta a las dimensiones superiores o espirituales del
Ser. La intuición nos permite reconectarnos con nosotros mismos y responder al
mundo con otra claridad.
Aceptar
nuestras emociones
Aceptar
completamente nuestras emociones, sin apegarnos a ellas. No somos nuestras
emociones ni nuestros pensamientos. Hay que reconocerlos, hacer las paces con
ellos y soltarlos completamente para no identificarse con
ellos.
Plantarle
cara a nuestros miedos
“El valor no está
en la ausencia de miedo, sino en su conquista.” El coraje diario no es un
sentimiento sino una acción. Tú puedes dirigir tu atención hacia lo
positivo y tratar de fijar tu mente, dirigiéndola, y así al afirmar tu poder,
sin emociones, y visualizando los resultados positivos, conseguirás superar tus
miedos.
Iluminar nuestra sombra
Debemos ser capaces
de bajar a las profundidades de nuestra sombra y ser capaces de iluminarla. Esto
liberará una gran cantidad de energía, que de otro modo perdíamos en tonterías y
que ahora recuperaremos para ser más eficaces. El conocimiento de sí mismo
genera la autenticidad, alegría y compasión.
Despertar nuestro
corazón
En esta puerta se
nos despierta un nuevo estado en nuestro corazón. Fluye y rebosa amor, amor que
perdura, que une y no separa, que no son sólo palabras o sentimientos, que no
seduce o controla, que sólo es y por ser ilumina. El amor nos abre las puertas a
la iluminación diaria.
Servir
al mundo
El servicio es a la
vez un medio y un fin, al dar a los demás, viene a nosotros la abundancia y la
paz interior. La última puerta da sentido a la vida.
Dan
Millman
Tomado de su libro:
El Guerrero Pacífico
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