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Cuando decidimos adoptar un niño, sabemos que llegará el momento de explicarle que no somos sus padres biológicos. Esa certeza -que el niño debe saber la verdad- es la única que suele darnos coraje para afrontar el temido día. Todo lo demás, suelen ser dudas y miedos: cuándo decírselo, cómo hacerlo, cómo reaccionará…
Quizás la duda más común sea el factor de la edad. Si bien no es recomendable esperar hasta la adolescencia, ya que el niño sentirá que le hemos mentido durante mucho tiempo y perderá la confianza que tiene en nosotros; tampoco es un buen momento si el niño es demasiado pequeño.
Antes de los tres años de edad, el o la pequeña no comprenden aún el concepto de adopción. Podemos contárselo, pero el niño no lo asimilará y lo único que haremos es que se familiarice con la idea pero no evitaremos las oportunas explicaciones más adelante.
La mejor edad, por tanto, es sobre los 5 o 6 años.
Cómo explicar la adopción
El primer concepto que debemos tener claro antes de sentarnos a hablar con nuestro hijo o hija es que la adopción no es algo negativo. Si le hablamos al pequeño con miedo, evitando preguntas o a medias, él apreciará que algo negativo ocurre alrededor de ese tema.
El núcleo principal del mensaje debe ser, por tanto, que sus padres biológicos no pudieron cuidarle por la razón que sea y que nosotros, sus padres, le hemos deseado y querido desde el primer momento. Es fundamental que el niño sienta que es deseado y querido por lo que debemos recalcar que el hecho de que sea nuestro hijo es una fuente de muchísimas alegrías por la que nos sentimos muy, muy felices.
Por último, es recomendable no concentrar el tema en una única conversación. La adopción forma parte de la identidad de tu hijo, como su nombre, y no es algo que pueda hablarse una vez y evitarse el resto de la vida.
Hablad sobre el tema en múltiples ocasiones y proporcionarle toda la información sobre él que tengáis: día de nacimiento –por supuesto-, lugar, detalles de vuestros primeros encuentros, información sobre los padres biológicos si la tenéis, etc.
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