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Así como hablamos en un artículo sobre cómo llevarse bien con los suegros,
también es importante conocer las características que debe tener una
buena suegra, pues tantos chistes y bromas alrededor del tema, pueden
tener algo de realidad... Hay errores cometidos por los padres que pueden terminar dañando la relación matrimonial de sus hijos, sin ser esa su intención.
No cabe duda que es difícil cuando los hijos se van de casa a
conformar una nueva familia; no obstante, el mayor deseo de un padre es
que sus hijos sean felices, así en algunos casos, no sea la vida que se
hubiese querido para ellos.
Por eso, una vez que los hijos contraen matrimonio, la actitud de los
padres ha de ser de acompañamiento y apoyo, no de críticas ni
comentarios destructivos que perturben su armonía. De allí la
importancia de conocer las actitudes que pueden llegar a afectar la vida
conyugal de los hijos.
Principales errores de las suegras
El
respeto es el que debe reinar en la relación suegros – nuera/yerno,
mantenerse al margen de las decisiones y del modo de vida de los hijos y
sus familias. Los siguientes son los principales errores que se deben
evitar a toda costa:
- Tratar de tener autoridad en el hogar del hijo.
- Criticar los gustos de la nuera en la decoración de la casa que pertenece -exclusivamente- a la pareja de casados.
- Imponer su propia manera de criar, tratar y educar a los nietos.
- Reclamar mediante comentarios subliminales que
el hijo casado siga viviendo en su hogar, pues en el fondo no desea
vivir la separación que implica el matrimonio de un hijo.
- Ser cómplice de todos los errores que comete
el hijo y entonces se forman como dos bandos: por un lado mamá e hijo(a)
y por otro, la esposa(o) quien cada vez se siente más frustrada(o) al
no poder ayudar a que su pareja se corrija.
- Hacer toda clase de “maromas” para capturar la atención del hijo sin importarle que descuide su propia relación matrimonial.
Nueve grandes consejos
Partiendo de los errores descritos, compartimos los siguientes consejos propuestos por Sylvia Villarreal desde el portal arvo.net,
los cuales son muy acertados para las madres que pronto serán suegras, o
para aquellas que ya lo son -nunca es tarde para reconstruir una buena
relación-.
1. No juzgues. Por lo regular desde
que conocemos a la pareja de nuestro hijo, nos formamos una idea en
nuestra mente de cómo es. Sin embargo, busca la oportunidad para
conocerla mejor y no te dejes llevar por cómo crees que ella es, ¡mejor
trátala para conocerla más!
2. Pon siempre de tu parte. Por un momento, ponte en
su lugar y piensa que ella/él siempre tratará de agradarte porque eres
la mamá de la persona que ama; así es que tú también pon de tu parte
para iniciar una verdadera amistad.
3. No te entrometas. Recuerda que los problemas de
pareja son de dos únicamente. No trates de ayudar a solucionarlos porque
puede resultar peor, ni mucho menos pongas a tu hijo en contra de su
cónyuge. Sólo ellos podrán tomar una decisión de lo que deben hacer.
4. Dale el lugar que le corresponde. Es verdad que
como madres sentimos que merecemos el amor completo de nuestros hijos,
sin embargo, debes entender que ahora su pareja tiene prioridad. La idea
que dice “si a este mundo no llegaron con esposa(o), primero está la
madre”, es totalmente errónea. Así como tú un día lo hiciste, ellos
ahora han formado una familia que está antes que nada.
5. No la hagas quedar mal.
Es obvio que con tu experiencia sabes mucho más cosas que tu nuera y te
queda mucho más rica la comida o mejor planchada la ropa. Pero no es
necesario que se lo recuerdes siempre y mucho menos en público, ¡al
contrario! Felicítala cuando decida hornear el pastel de chocolate que
tanto le gusta a tu hijo (aunque no haya esponjado perfectamente). De
nuevo ponte en su lugar y date cuenta de lo mal que se siente que te
digan que te equivocaste, y sobre todo si se trata de tu suegra.
6. No le des consejos no pedidos.
Muchas veces con la intención de ayudar aconsejamos a nuestras
nueras/yernos de cómo educar a los hijos y hasta cómo tratar a nuestra
pareja, pero no debe de ser así. Ellos son los únicos que tienen la
completa autoridad y decisión de saber cómo actuar. Lo mejor es que
esperes a que sean ellos quienes te pidan tu opinión.
7. Cuando algo anda mal... Cuando
sientas que tu nuera se ha “pasado de la raya”, actúa inteligentemente y
no hagas más grande el problema. Nunca vayas con el chisme a contárselo
a tu hijo (es una posición difícil para él). El solo se dará cuenta
tarde o temprano de lo que ocurre y sabrá qué hacer.
8. Propicia un ambiente de cordialidad.
Sorpréndelos con una rica cena en casa, o proponiendo actividades
juntos: un día de campo, ir de compras (sólo con tu nuera) o ir al cine.
9. Sé atenta.
Cada vez que sientas que tu nuera puede necesitar ayuda (al organizar
una fiesta, cuando se encuentra enferma o que acaba de dar a luz) nunca
está de más que ofrezcas sinceramente tu apoyo para lo que se requiera e
independientemente de la respuesta, siéntete feliz y propicia un
ambiente cordial.