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"El Señor no mira tanto la grandeza de las obras como el amor con que se hacen." Santa Teresa de Ávila
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miércoles, 10 de abril de 2013

"¡Mama....tengo miedo!"



¿Quién no ha escuchado esas palabras en un niño? Los miedos suelen aparecer entre los 3 y los 6 años, pues el niño no comprende bien el mundo que le rodea y a veces no sabe distinguir lo real de lo imaginario. Según la edad del niño, predominan más unos miedos que otros. Así por ejemplo, entre los 2 y los 4 años predomina el temor a los animales; entre los 4 y los 6 años se suele dar el temor a la oscuridad, a las catástrofes y a los seres imaginarios. Entre los 6 y los 9 años aparece el temor al daño físico o al ridículo. En la etapa entre los 9 y los 12 años el niño suele tener miedo a los incendios, a los accidentes, a las enfermedades o a conflictos con sus mayores. A partir de los 12 años vienen los temores relacionados con su propia autoestima personal.

Cuando estos miedos infantiles dejan de ser transitorios se habla de fobias, cuyas características suelen ser un miedo desproporcionado respecto a la situación que lo desencadena, en el que el niño no deja de sentir miedo a pesar de las explicaciones y no es específico de una edad determinada, además de que suele tener una larga duración.

Miedos positivos y negativos en la infancia


También hay que distinguir entre los miedos positivos, que son los que alertan al niño de su entorno y pueden evitar accidentes (miedo a cruzar una calle, miedo a los animales, etc.), y los miedos negativos, que impiden al niño enfrentarse a situaciones cotidianas concretas (miedo a la oscuridad, miedo a los animales, miedo a los monstruos...). Muchos de estos miedos están relacionados con el ambiente en el que vive el niño, bien a través de películas, cuentos, juegos de ordenador, historias que se cuentan entre ellos, y también en experiencias previas anteriores, que fueron negativas para el niño.

La ansiedad infantil


La ansiedad es una emoción no controlable que surge cuando una persona se siente en peligro, sea real o imaginaria la amenaza. Debemos entender que la ansiedad es una respuesta normal y adaptativa, que prepara a nuestro cuerpo para reaccionar ante una situación de emergencia.

Muchas veces la primera situación de independencia para un niño sucede cuando asiste al colegio diariamente, por lo que los padres debemos estar atentos para evitar posibles dificultades, pues el niño puede estar ansioso por muchas razones: la separación maternal, el miedo a tomar el autobús escolar, leer en voz alta en clase, cambiarse de ropa, separarse de la persona que le cuida, etc.

Cómo ayudar a tu hijo a superar los miedos infantiles


- Lo más fundamental es hacer que el niño se sienta seguro. Por eso se hace indispensable que, como padres, sepamos transmitir esa seguridad a nuestros hijos, a través de nuestro propio comportamiento diario. 

- También tenemos que tener en cuenta que los miedos son diferentes e individuales en cada niño, así que aunque tenga hermanos, no debemos tratarlos a todos por igual, pues cada niño vive el miedo de forma distinta al resto. 

- Educa a tu hijo de forma positiva, utilizando elogios y premios en lugar de amenazas y castigos. Nunca le digas frases como "eres tonto por tener miedo": respeta sus miedos.

- Siempre que puedas prepara a tu hijo de forma progresiva frente a los cambios que puedan sucederle: cambio de casa, de colegio, muerte de familiares, separaciones, etc.

- Evita que tu hijo tenga experiencias negativas y repentinas con la TV: selecciona los canales y las películas que sean adecuadas para su edad.

- Intenta poner de tu parte y no pierdas la calma ni los nervios frente a situaciones de estrés: atasco en la carretera, si tu hijo llora en la sala de espera del médico, colas en el supermercado, etc.

- Disminuye tus propios temores en presencia del niño, ya que éstos aprenden también por imitación y podría tener miedos sólo porque los tienes tú.

2 comentarios:

  1. Yo todavía recuerdo los miedos de mi adolescencia, sin saber a qué tenía miedo.
    Ya no tengo hijos en casa, pero tu post me parece muy oportuno para las madres jóvenes, creo que puede ayudar. Aconsejaré a mis hijas.
    Un beso

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