Estamos rodeados de casos de roturas familiares dolorosos que producen
graves heridas en todos sus miembros, nos pretenden vender el
matrimonio como una realidad que anula el libre desarrollo de nuestra
personalidad. Vivimos una época marcada por el hedonismo y la inmediatez
de satisfacciones que nos lleva irremediablemente a rechazar el
compromiso, trivializar la sexualidad y, disociar matrimonio y
descendencia haciendo que cada vez sea más difícil encontrar modelos que
nos sirvan de referencia.
Aun así, me gusta ir de boda! Ver a una pareja joven traspirando por
todos los poros de su piel la ilusión de regalarse al otro, la alegría y
coraje en el compromiso de “querer quererse” el resto de sus días, me
llena de satisfacción. Mirarles a los ojos y darme cuenta de que no
solo se casan porque se quieren, sino que se casan porque se querrán
más aun en el futuro es como un remanso de aguas limpias en la
profundidad de la charca sucia y maloliente en la que muchos pretenden
que vivamos.
Para muchos, este maravilloso reto de darse y unirse en matrimonio para
toda la vida, se presenta como un ideal inaccesible, como un deporte de
alto riesgo, aparentemente peligroso y bajo unas condiciones
especiales. Pero si nos planteamos el verdadero significado del
matrimonio, y lo que de él se deriva, las responsabilidades que asumimos
y la aventura que supone el “siempre te volvería a escoger a ti”,
sabremos que con mucho esfuerzo y una preparación adecuada somos
capaces de hacer rafting, o mejor dicho, somos capaces de amar.
Dicen los expertos en este tipo de deportes que no necesitas mucha
preparación física. Únicamente hay que tener en cuenta una serie de
precauciones antes de realizar este tipo de actividades:”Es preciso
realizar un cursillo, que se suele impartir por el monitor poco antes de
iniciar el descenso. Además deberemos elegir trayectos adaptados a
nuestro nivel. Pero lo más importante es mantener la calma en las
situaciones difíciles, pensando que es un deporte de equipo y que la
coordinación con los demás componentes del grupo es fundamental”.
Me gusta ir de boda! Me gusta porque me recuerda que en este nuevo
proyecto , que en mi caso solo dura 23 años, no es facil mantener el
equilibrio y requiere un poco de esfuerzo. Por lo tanto, no podemos
perder nunca el asombro por la naturaleza creada y antes de tomar
impulso cada día, deberemos revisar los materiales y comprobar la
fuerza de las aguas para adecuarnos a ellas. Una vez hecho todo esto,
lanzarse a esta locura por hacer con nuestro “otro yo” es el deporte
de alto riesgo más …recomendable para la salud.
Remedios Falaguera
http://www.buenasideas.org/index.php?option=com_content&task=view&id=251&Itemid=2&lang=es_ES
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A mi también me gusta ir de boda....