El matrimonio no es algo fácil. Puede ser un sueño hecho realidad de momentos hermosos o puede volverse una pesadilla diaria. Como seres humanos no somos perfectos, pero no es excusa para dañar a nuestra pareja y a nuestra familia.
La confianza que tenemos en nuestra pareja es elemental para tener una relación sana. Cuando ésta se daña el dolor y la decepción hace que sea complicado poder restaurarla. Pienso que todos pasamos por diferentes etapas en el matrimonio, de alguna u otra forma nos sentimos en algún momento que no podemos confiar en la persona que amamos.
He vivido de cerca muchos casos de familias donde el padre o la madre le son infieles a sus cónyuges. También donde han existido mentiras de todo tipo y existe resentimiento que no ha querido sanar. El dolor por el que pasan los hijos y el trauma que pueden sufrir no tienen límite. -
Algunos consejos que pueden ayudar a restaurar la confianza son:
- Confrontación y honestidad: Se debe decir todo. Si tu pareja te engañó, te mintió, dijo que iba a hacer algo que no hizo, sufre de una adicción, o dice que ya no te ama, éste es el momento de sacar los trapitos al sol y decir las cosas de frente. Ocultar las cosas es negar una herida, e impedir que sane. Cuando no se quiere aceptar la culpa, aunque sabes que tu pareja cometió una falta, es mejor tener paciencia y analizar la situación. Algunas veces pensamos mal o es fácil adelantarse y sacar conclusiones antes de saber realmente los hechos.
- Humildad: Olvida tu orgullo. Después de un engaño y de sufrir una decepción nuestro orgullo se hiere también. Esto no quiere decir que tengas que humillarte totalmente hasta pedir de rodillas que tu pareja deje de mentirte. Me refiero a que debemos de dar espacio para aceptar el perdón. Si tú cometiste la falta, mostrar humildad a tu pareja va a ser que pueda sanar más rápido la herida causada.
- Comunicación: Siempre se debe de tener una buena comunicación para poder restaurar la confianza. Expresar los sentimientos y el dolor, es momento para hablar, no te guardes nada y no tengas temor de decir lo mucho que te lastimaron las acciones de tu pareja. No es momento para hacerte la valiente y guardarte todo. Sé vocal y habla para que te escuchen.
- Perdonar y olvidar: Si amamos a nuestra pareja, debemos perdonarla con todo el corazón. Es contraproducente decir: “te perdono”, y luego recordar sus fallas cada vez que hay una pelea. Si no estás lista para perdonar porque te lastimó mucho, intenta simplemente no decirlo, hasta que lo sientas de verdad.
- Amor: El amor y la confianza son muy buenas amigas. Si solo tenemos una de ellas, la otra puede desgastarse fácilmente. Después de que tu pareja y tú han pasado por un momento doloroso y donde se necesita reiniciar la relación, empiecen de nuevo con citas para reconstruir la relación, procurando demostrarse mucho cuánto se aman.
- Paciencia: Es mejor esperar un tiempo para restaurar tu relación. No es bueno tomar decisiones cuando estás molesta. A veces decimos cosas que lastiman porque estamos enojados o heridos. Si esperas que simplemente podrás volver a confiar de un día para otro, vas a decepcionarte. E igual: si tú cometiste la falta y esperas que con un perdón todo se arregle mágicamente, vas sufrir la decepción más grande del mundo. Trabaja tu relación, un día a la vez.
- Respeto: No insultar y no herir a tu pareja. Es mejor evitar los sobrenombres o las burlas. Tomar todo enserio y no a la ligera. La relación que tienes con tu cónyuge es la más sagrada que puede haber. Existe gente que disfruta destruirla. Mujeres u hombres que se denigran así mismos intentando dañar familias. No permitas que te pase esto. Un matrimonio es solo tuyo y de tu cónyuge. Tu familia y sobretodo amigos no necesitan saber todas las faltas que cometió tu pareja. Si necesitas alguien con quien hablar, escoge solo un miembro de tu familia que va a entenderte y aconsejarte. No lo grites a los cuatro vientos: quien lo hace, no respeta ni protege su matrimonio.
Si actualmente vives desconfiando de tu pareja, quiero decirte que sí se puede volver a confiar. Mientras exista amor de parte de los dos, todo se puede lograr. Existen relaciones donde se daña mucho al cónyuge o puede llegar a haber abuso físico o psicológico. No intentes hacerte el héroe: pide ayuda e incluso, si es necesario, aléjate de tu pareja hasta que ella pueda recibir la ayuda que necesita.
Cuida de tu matrimonio y de tu cónyuge. No vivas con dolor y siempre di lo que sientes. El perdonar y volver a confiar puede hacer que sigas disfrutando de un matrimonio hermoso y sano. Ámate y disfruta de ser amado.
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