Hay momentos en que…somos tímidos para
expresar el amor que sentimos, por
temor a avergonzar a la otra persona, o avergonzarnos nosotros mismos,
dudamos en decir: "te quiero"
y tratamos de comunicar la idea en otras
palabras.
Decimos "cuídate", "no manejes rápido", "pórtate
bien". Pero realmente, éstas son diferentes maneras de
decir "te quiero","eres importante
para mí", "me importa lo que te
suceda", "no quiero que estés mal".
A veces somos muy extraños: la única cosa que
queremos decir y la única cosa que
debemos decir,es la única cosa
realmente no decimos.
Porque el sentimiento
es real y la necesidad de decirlo es tan
fuerte, usamos otras palabras y signos para decir lo
que realmente queremos decir. Y muchas veces el significado nunca se comunica del todo, y la otra
persona se siente ignorada y no querida.
Por ello, debemos escuchar el amor en las palabras que
las otras personas nos dicen.
Algunas veces las palabras explícitas son necesarias, pero, con mayor
frecuencia, la manera de decir las cosas es aún más
importante.
Un apodo dicho cariñosamente porta mayor afecto y amor que los
sentimientos que son expresados de manera poco
sincera.
Un abrazo o un beso impulsivos dicen "te amo", aún cuando las palabras digan algo diferente. Cualquier expresión de preocupación de una persona por otra dice "te quiero". A veces la expresión es vulgar, a veces incluso cruel.
Un abrazo o un beso impulsivos dicen "te amo", aún cuando las palabras digan algo diferente. Cualquier expresión de preocupación de una persona por otra dice "te quiero". A veces la expresión es vulgar, a veces incluso cruel.
A veces debemos mirar y escuchar muy atentamente el
amor que contienen, pero muy
frecuentemente está allí, debajo de
la superficie.
Una madre puede regañar a su hijo constantemente por sus
notas o por no limpiar su
cuarto. El hijo puede escuchar solo el regaño, pero si escucha
atentamente, escuchará el amor debajo del
regaño. Su madre quiere que él
haga lo correcto, que sea exitoso.
Desafortunadamente su preocupación y amor
por su hijo emergen en su regaño;
pero también es amor.
Una hija regresa tarde a su casa, después de su permiso, y su
padre la confronta con palabras amargas.
La hija puede sólo escuchar la ira,
pero si escucha atentamente, escuchará
el amor debajo de la ira. "Estuve
preocupado por ti" dice el padre, porque me importas y
porque te quiero.
Eres importante para mi".
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