Recientes estudios refrendan que un mayor consumo de fibra dietética, presente en legumbres, frutos secos u hortalizas, puede proteger del cáncer de estómago y colorrectal de manera eficaz
Los alimentos ricos en fibra dietética son buenos para la salud. Diversos estudios, pruebas y publicaciones científicas subrayan su papel como protectores ante las enfermedades cardiovasculares, tal como explica el reciente artículo de EROSKI CONSUMER 'Fibra dietética: alimento para la salud'. La buena noticia es que los beneficios demostrados de la fibra dietética no cesan de "florecer". A las pruebas que la encumbran como una gran protectora cardiovascular y cerebrovascular, se suman nuevas evidencias que apuntan a una de las enfermedades más temidas tanto por la población como por los profesionales sanitarios: el cáncer. A continuación se profundiza sobre estos novedosos (y alentadores) hallazgos científicos que relacionan la prevención del cáncer con la alimentación; en concreto, del cáncer de estómago y colorrectal con el consumo de fibra dietética.
Alimentación y prevención del cáncer
Si bien no es (ni será) verdad que una buena alimentación pueda "curar" el cáncer, sí es cierto que hay varios cambios dietéticos que vale la pena realizar, si se pretende prevenir la aparición de esta enfermedad. Encontramos un ejemplo en las bebidas alcohólicas: Nelson y colaboradores, investigadores del National Cancer Institute, mostraron en abril de 2013 que incluso dosis bajas se asocian a un mayor riesgo de sufrir un cáncer, por lo que es conveniente tener en mente el consejo de la OMS: "Cuanto menos, mejor". Otro son las carnes procesadas: el Instituto Americano para la Investigación del Cáncer (AICR) recomienda evitarlas, debido a su relación con un mayor riesgo de padecer cáncer de colon, aunque también podrían incrementar el riesgo de cáncer de esófago. Pero no todo son restricciones, ya que un mayor consumo de alimentos ricos en fibra puede proteger del cáncer, como se detalla a continuación.
Fibra dietética y cáncer de estómago
Es bien sabido que la fibra dietética es necesaria para el buen funcionamiento del sistema digestivo, pero, ¿puede ser también útil en la prevención del cáncer de estómago? Es lo que evaluó en julio de 2013 un equipo de investigadores de la Universidad de Nanjing, en China. Para ello llevaron a cabo un metaanálisis, que es un proceso de síntesis e integración mediante metodología estadística, de los resultados de diferentes investigaciones sobre la fibra dietética. Su metaanálisis, publicado en la revista Gastroenterology, concluyó que una mayor ingesta de fibra dietética se asocia con un menor riesgo de padecer cáncer gástrico. De hecho, detallaron que incrementar el consumo de fibra dietética en 10 gramos diarios podría reducir el riesgo de sufrir este tipo de cáncer en un 44%. Un plato de lentejas contiene 17 gramos de fibra, así que no es una cifra difícil de alcanzar.
Este es un resultado importante ya que, según datos emitidos en 2013 por la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), el cáncer de estómago es uno de los cinco cánceres más relevantes en España, junto a los de pulmón, mama, próstata y colorrectal.
Cáncer colorrectal, prevención con fibra
Más preocupante que el cáncer de esófago es el cáncer colorrectal, ya que es el tipo más frecuente en España, y además va en aumento. Sin embargo, una reciente investigación coordinada por la doctora Teresa Norat ha traído buenas noticias con respecto a esta enfermedad. Su estudio, publicado en 2014 en la revista Cancer Treatment and Research, señala que las evidencias científicas en relación al papel de la fibra dietética para prevenir el cáncer colorrectal ya no son "probables", como lo eran en el análisis realizado en 2007 por el Fondo Mundial para la Investigación del Cáncer (WCRF), sino "convincentes". Es decir, está justificado emitir recomendaciones por parte de las autoridades políticas e implementar programas preventivos del cáncer en base a ello, ya que es improbable que las evidencias científicas cambien en el futuro. Para el WCRF, los factores que incrementan de forma convincente el riesgo de cáncer colorrectal son los siguientes:
La carne procesada, que aconseja evitar, como se ha indicado antes.
La carne roja, ya que se asocia a un mayor riesgo de desarrollar un cáncer colorrectal. El AICR recomienda consumir menos de 500 gramos semanales de carne roja.
Las bebidas alcohólicas en varones (se hace diferencia entre hombres y mujeres debido a que no hay suficientes datos en mujeres).
El excesivo peso corporal: aconseja mantener el peso dentro del rango de la normalidad
Fibra sí, pero no en pastillas
Aunque hay otros cánceres que podrían prevenirse con una dieta rica en fibra, como el de esófago o el de mama, los beneficios que observan los estudios no son aplicables a suplementos de fibra dietética sino a los alimentos ricos en ella, tales como legumbres, frutos secos, integrales (como pan, arroz o pasta), frutas frescas y hortalizas. Debido a que el nivel de desinformación en el terreno de las terapias alternativas para el cáncer es mayúsculo, no extraña que el AICR subrayara en 2011 lo siguiente: "No uses suplementos para protegerte del cáncer".
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