No permitas que estos errores comunes dañen a tu matrimonio ni a tu familia.
Los errores son naturales en un matrimonio; no existe la perfección. Pero hay ciertos errores que una vez cometidos, no hay botón para deshacer; la mejor opción es esforzarse para obtener un mejor resultado. Si no hay ningún intento de rectificar los errores, el matrimonio puede sufrir terriblemente.
Mi primer matrimonio me enseñó muchas cosas; entre esas cosas me di cuenta que la única forma de evitar cometer el mismo error dos veces es reconocer cuando cometí un error y comprender por qué fue un error y no repetirlo nunca más.
Muchos de nosotros cometemos el mismo error una y otra vez por razones que sólo nosotros conocemos. Pero lo que no vemos es que cuando cometemos los mismos errores estamos dañando a nuestra pareja e hijos.
Si te estás cometiendo los siguientes errores, recapacita y analiza cómo tus errores pueden estar teniendo un impacto negativo en tu matrimonio y tus hijos.
Mentir
"Sólo estoy diciendo una mentira piadosa. Él nunca lo sabrá." Esta afirmación no es necesariamente cierta. Hay circunstancias en las que le dices a tu pareja una mentira piadosa después de racionalizar por qué es aceptable para salirte con la tuya. A menudo, la verdad saldrá a luz y cuando lo haga, tu cónyuge se sentirá engañado y creerá que has mentido en otras cosas a lo largo del matrimonio. Se crea un espacio para la duda. También, dependiendo de la edad, los niños se darán cuenta de lo que está pasando en la vida de sus padres. Ellos pueden ver y sentir las incertidumbres y preocupaciones. Ellos se darán cuenta del comportamiento negativo y creerán que la mentira es la forma correcta de manejar los problemas.
Asumir
No asumas que tu pareja es responsable de todo. Una vez que estás en un matrimonio (y tengas hijos), ambas partes deben compartir responsabilidades. En algunos casos, uno de los cónyuges se ocupa un poco más de su parte que el otro, pero es a discreción de la pareja. Sin embargo, si se espera que uno de los cónyuges lo haga todo, no es razonable. Si ese es el caso, ¿para qué estar casado?
Si tienen hijos, ambos padres deben estar involucrados en sus vidas. Únanse a ellos en sus actividades, ayúdenles con la tarea y estén allí como un amigo. Si uno de los padres asume que el otro padre puede cuidar de todas las necesidades de sus hijos, está afectando a su propia relación con sus hijos. Los niños no se sentirán cómodos acercándose al padre que no está disponible para ellos la mayor parte del tiempo.
Falta de respeto
Es común que las parejas se alteren los nervios y fastidien entre sí. En el matrimonio se puede llegar a discutir mucho. Sin embargo, la clave es no perder el respeto. Una vez que comienzan los insultos, no hay vuelta atrás. No saques cosas del pasado contra tu pareja. No asumas que tu pareja siempre te aguantará. Si tienes dudas sobre algo, no busques en las pertenencias personales de tu pareja en busca de respuestas. Yo fui culpable de eso. Cuando yo lo viví, me sentí invadida. Si tienes dudas, no tengas miedo de dialogar tus preocupaciones con tu pareja. Respeta el espacio, las opiniones y las creencias de tu cónyuge.
Una vez más, los errores son normales. Si no los cometemos, ¿Cómo se supone que vamos a aprender y crecer como pareja? Sin embargo, la lección a aprender es que una vez que se comete el error, no se debe cometer otra vez más. En un matrimonio, si las dos personas se aman, no querrán dañarse el uno al otro a propósito repitiendo el mismo error.
No hay comentarios:
Publicar un comentario